Reina Letizia y el protocolo en la misa del Papa León XIV

Durante la solemne misa de inicio del pontificado del papa León XIV, celebrada en la Plaza de San Pedro, la Reina Letizia de España volvió a captar la atención internacional. Su presencia no solo fue destacada por el protocolo real, sino también por el simbólico atuendo que eligió para la ocasión: un vestido blanco de escote asimétrico y drapeado, diseñado por la firma española Redondo Brand, acompañado por una mantilla blanca.

Este estilismo no fue una simple decisión estética, sino una poderosa declaración de tradición y privilegio. Letizia hizo uso del llamado privilegio del blanco (privilège du blanc), una distinción que permite a determinadas reinas y consortes católicas vestir de blanco en presencia del Papa, en contraste con la norma general del Vaticano que impone a las mujeres vestir de negro, con mantilla y sin escote.

El privilegio tiene raíces históricas, vinculadas a la fidelidad de ciertas casas reales a la Iglesia católica durante la Reforma protestante. Es un honor que simboliza la alianza entre tronos y altar, y que hoy en día solo seis mujeres en el mundo pueden ejercer:

Reina Sofía de España

Reina Paola de Bélgica

Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo

Princesa Charlene de Mónaco

Reina Matilde de Bélgica

Reina Letizia de España

Con su elegante aparición, Letizia no solo reafirmó su lugar en este selecto grupo, sino que también recordó el papel ceremonial que aún conservan ciertas tradiciones monárquicas dentro de la liturgia católica.