“Ya no podemos seguirles echando la culpa a los otros. Es el momento de nosotros dar una respuesta a los pacientes”, dice Alfredo Borrero
“La salud está enferma. Los hospitales están destrozados”. Era el diagnóstico que el vicepresidente Alfredo Borrero daba pocos meses después de iniciar su gestión y recorrer los hospitales del país, constatando el abandono, ineficiencia y corrupción. El gobierno está próximo a cumplir un año y las deficiencias persisten.
El vicepresidente reconoce que está frustrado, que la salud sigue enferma. Señala que este primer año de gobierno se concentraron en la vacunación y el 2022-2023 será el de la repotenciación de los hospitales. Dice que los presupuestos para estas tareas ya están asignados, aunque no detalla los montos porque esas cifras las maneja el Ministerio de Salud (MSP). Borrero enfatiza que trabaja desde la cinco de la mañana, que así lo hacía antes de ser vicepresidente y ahora aún más, y con menor sueldo. Concede esta entrevista vía Zoom, en un corto espacio en su agenda.
Resalta que si hay avances. Cuando Borrero visitó el hospital Jaime Roldós Aguilera, en Ventanas, provincia de Los Ríos, le dijeron que no se podían hacer exámenes: el tomógramo y el ecosonógrafo no funcionaban. Alguien le dijo: salga del hospital y cruce la calle. Al otro lado encontró un hospital privado que ofrecía Rayos X y, además, tenía farmacia y funeraria. Lo insólito: el dueño era un exdirector del hospital público. “El hospital fue intervenido y ahora está trabajando”, dice el segundo mandatario. Pero, ¿qué pasa con el resto de casas de salud donde la gente clama por medicinas y hace filas por atención?
Al inicio de su gestión usted recorrió los hospitales. Mostró la falta de medicinas, equipos y corrupción. ¿Qué pasó? ¿En qué quedó eso?
Primero, tuvimos que hacer un diagnóstico. Efectivamente, recorrimos 65 hospitales y luego hicimos un plan de contingencia que pasó al Ministerio de Salud (que es la entidad que ejecuta). De todos modos, voy a citar algunos ejemplos de lo que se hizo. El hospital de Cayambe, Raúl Maldonado Mejía, estaba en un estado deplorable, prácticamente cerrado. Este momento en ese hospital está terminada la reconstrucción y está funcionando. Segundo ejemplo: el hospital Jaime Roldós Aguilera de Ventanas fue intervenido y ahora está trabajando. Tercero: el hospital de Portoviejo tiene una capacidad para 600 camas, pero en esa época no tenía más de 100 camas. Hace un mes ya tiene capacidad para atender a 200 pacientes y, al finalizar el año, el hospital tendrá 600 camas.
¿Pero todos los días vemos que el resto de hospitales no funciona bien? No hay medicinas, la gente tiene que esperar, hay corrupción.PUBLICIDAD
Hay que hacer una buena diferenciación entre los temas que me competen a mí y a las otras instituciones. El proceso operativo le compete al Ministerio de Salud, porque la Vicepresidencia es solamente un ente que aglutina, analiza, revisa, pero no ejecuta. La ejecución viene del MSP y del IESS. Yo creo que el sistema de salud está todavía enfermo, pero tenemos que sacarle del marasmo y la enfermedad, porque si no nuestro discurso no va a tener ningún sentido.Primero: queremos cambiar el sistema de salud por uno de tipo preventivo y no curativo. Segundo: tenemos que darle atención al paciente cuando lo necesita, para lo cual tenemos que implementar el sistema de telesalud. Y tercero: solucionar el tema de medicamentos. Además, algo en lo que estamos empeñados es “Cirugía segura”, porque hay más de 14 mil cirugías represadas. Hay pacientes que necesitan una cirugía de emergencia como la vesícula y le dicen venga en dos o tres días o quince días. El sistema nacional de salud sigue con problemas y los hospitales siguen con problemas. Ya no podemos seguirles echando la culpa a los otros. Ya no, ya estamos un año. Es el momento de nosotros dar una respuesta a los pacientes.
Después de recorrer los hospitales al inicio de su gestión, ya no se lo vio mucho en medios de comunicación alertando sobre los problemas en el sistema de salud.
No es que he estado inactivo. Hemos trabajado en temas de salud como certificar a médicos y hospitales para evitar muertes por accidentes cerebrovasculares. Hemos entregado equipos para hacer telesalud y telemedicina. Otro tema que nos preocupa y nos duele en la piel: los medicamentos. Estamos seguros que en los próximos días ya funcionará lo llamamos la externalización de farmacias. Entendamos, estamos luchando contra las mafias, contra la corrupción. También revitalizamos el CONASA (Consejo Nacional de Salud), el centro donde se dictan las políticas de salud.Eso es a grandes rasgos lo que hemos hecho. Usted me dice: es que ya no ha estado en medios. Lo que pasa es que hay momentos en que las actividades le impiden a uno presentarse. Siempre he sido una persona que me he acostumbrado a trabajar desde las cinco de la mañana en mi vida profesional, en la universidad, en todo. Y ahora trabajo más y gano menos.
¿Qué siente cuando ya ha pasado un año y el gobierno todavía no logra solucionar los problemas de fondo? La vacunación fue bien, pero hay problemas que se están agudizando.
Me siento frustrado, pero ni yo ni el gobierno nos vamos a dejar vencer. Hemos identificado personas que lo único que hacen es entorpecer los sistemas porque pertenecen a épocas pasadas. Tenemos que buscar la forma de que la salud en el país sea para todos, para lo cual debemos fortalecer los centros y subcentros. Se han destinado recursos para iniciar la repotenciación de todos los hospitales de primero y segundo nivel y los centros de salud.En la pandemia únicamente nos dedicamos tratar de cuidar la salud de los ecuatorianos porque se nos morían y se dejó, por ejemplo, de comprar medicamentos, se dejó de operar, se cerraron hospitales. Nuestra acción primera fue vacunar. Mil millones ha costado el plan de vacunación y eso es algo plausible porque en este momento los ecuatorianos ya podemos caminar con libertad y de alguna forma reactivar la economía. Esa es la “Fase A". La “Fase B” ahora es reactivar la salud.
¿Cuál es el presupuesto para repotencias los hospitales?
El presupuesto del MSP bordea los 2.800 millones de dólares. Siempre me preguntan si ese presupuesto es suficiente. Yo digo: nunca habrá presupuesto que sea suficiente si no se actúa con honestidad. Existe una cifra ya designada, eso lo maneja el MSP. El presidente lo ha hecho muy bien, teníamos que poner en orden la casa y ahora ya tenemos los recursos y ahora sí tenemos que ejecutar.
¿Si el año anterior fue el de la vacunación, este será el de la repotenciación de los hospitales?
Totalmente. Estamos con el 92 por ciento de terminación del hospital de Bahía de Caráquez, el 72 por ciento del hospital de Manta y más del 65 por ciento del hospital de Pedernales, que son hospitales emblemáticos. Este va a ser el año de la transformación de la salud.
Hablando de presupuestos. ¿Cuánto le va a costar al país la externalización de las farmacias? Porque los pacientes que ahora no reciben las medicinas en los hospitales públicos, se supone que lo van a encontrar, gratuitamente, en las farmacias privadas. Eso supondrá un gran presupuesto.
Este momento, el 40 por ciento de las recetas sale del bolsillo del paciente. Es decir que, si me mandan diez medicamentos y el hospital me da dos, el resto los tengo que sacar de mi bolsillo. ¿Qué va a ocurrir? Primero, ya no vamos a tener medicinas caducadas, porque la farmacia externa será la encargada de la provisión y de entrega. En la “Fase 1” van a estar seis hospitales: dos en Cuenca, dos en Quito y dos en Guayaquil, y luego en todas las provincias.Tenemos un presupuesto para que no ocurra lo que está ocurriendo con las derivaciones a las clínicas privadas, donde se hacen las cuentas, se suma y se resta y no hay dinero para pagarles. El presupuesto lo maneja el MSP. Nosotros tenemos que asegurar que este sistema va a tener los recursos suficientes. Eso hay que decir, porque creen que con esto estamos privatizando. No vamos a privatizar la salud. Lo que queremos es tener una salud de calidad.
¿Cómo acabar con las mafias de medicamentos? Expertos dicen que se debería negociar con los laboratorios directamente y así deshacerse de lo intermediarios que son las mafias.
Nosotros queremos eliminar la corrupción por completo y se ha pensado en hacer negociación directa con los fabricantes nacionales y extranjeros para que no existan intermediarios. El intermediario generalmente viene a empañar el proceso. Está en la mesa de conversación la negociación directa en las siguientes fases.
En cuanto a la vacunación, ¿por qué se desinfló? Tenemos solo a un 34 por ciento de la población con la tercera dosis. Chile, por ejemplo, ya supera el 95 por ciento con la dosis de refuerzo.
Lo que sabemos es que más del 85 por ciento de ciudadanos ya tienen sus dos dosis. En lo que nos hemos desinflado es en las terceras y cuartas dosis. Pero eso también es un tema de doble camino. Les pedimos a los ciudadanos que únicamente pongan el hombro y creen que con la segunda dosis ya está asegurada su inmunidad, y no es así. Las vacunas tienen un período en el cual generan inmunidad, pero necesitamos los refuerzos. Se va a iniciar un proceso de vacunación masiva nuevamente a los que no han recibido las terceras dosis. Tenga la certeza de las vacunas no van a ser desperdiciadas.
Finalmente, desde hace meses hay rumores de su distanciamiento con el Presidente y su círculo. ¿Qué hay de cierto?
Como usted dice, son solo rumores. La relación que tenemos con Guillermo (Lasso) es muy cercana y fluida. No existe ningún distanciamiento, nos vemos con mucha frecuencia.