Verónica Abad acepta su cargo de enviada de la paz
A regañadientes, así irá Verónica Abad a Israel para cumplir con las funciones específicas que le encargó el presidente Daniel Noboa y fueron elogiadas por la comunidad internacional.
Abad alista sus maletas tras fracasar en su intento de conseguir el apoyo de las mujeres, las que demostraron que no olvidan sus dichos sobre que está bien que los hombres ganen más sueldo por el mismo trabajo, o denunciar la violencia de género, que había negado antes.
En su equipaje lleva el decreto presidencial 3n el que Noboa le hizo ese encargo en Derecho, como manda la Constitución.
No se sabe si le acompañarán en su viaje los trolls mexicanos que utilizó para atacar a Noboa en redes y crear una imagen de víctima, que se estrelló con la realidad.
Anuncio a destiempo
Con casi una hora de atraso, Abad dio su rueda de prensa en la vicepresidencia, en lo que a lo mejor fue su único acto oficial en el edificio que colinda con la presidencia.
Allí repitió el argumento que usan los políticos en apuros, que existe una campaña en su contra y que ella no es responsable de lo que se le acusa.
En redes, donde el ciberespacio todo lo aguanta, Abad fue acusada de pedir dinero a nombre de la campaña de Noboa y no rendir cuentas. La vicepresidenta aclaró ese rumor, lo que demostró su poca experiencia en el manejo de temas públicos, de comunicación y manejo de crisis.
Abad utilizó su momento de fama para llamar al diálogo a Noboa, del que está distanciada desde que arrancó la segunda vuelta electoral.
También aclaró Abad que no fue a celebrar el triunfo en Olón, debido a que no estaba invitada. Parece que olvidó que había alquilado un local en Quito para recibir el triunfo y, de paso, hacer un desaire a los asambleístas electos, que habían organizado un evento en la sede de la alianza que los cobijó.
Y finalmente señaló que su destino será el Oriente Medio, donde intentará conseguir la paz entre israelíes y palestinos.
Su lugar de trabajo será la oficina diplomática de Ecuador en Tel Aviv.