Venezuela y Colombia abrirán un puente vehicular, ‘algo grande’ para la economía
La medida se da luego de siete años de bloques y dificultades impuestos por la tensión en las relaciones políticas y comerciales entre ambos países.
CÚCUTA/CARÁCAS. Venezuela y Colombia abrirán el 1 de enero de 2023 un puente vehicular con el que reanudarán el tránsito de todo tipo de automóviles luego de siete años y cinco meses, lo que ha animado las expectativas de empresarios y gobiernos que ven esta reapertura como «algo grande» para la economía de los dos países.
La apertura del Puente Internacional Tienditas -una estructura diseñada para el paso de vehículos entre el estado venezolano Táchira y el departamento colombiano de Norte de Santander– es el más reciente paso en la normalización de las relaciones diplomáticas y comerciales entre las dos naciones, un proceso que arrancó en agosto, luego de años de tensiones políticas.
El puente, que nunca ha sido usado y que fue el escenario de un enfrentamiento armado en 2019, cuando la oposición venezolana intentó ingresar ayuda humanitaria sin autorización del Gobierno de Nicolás Maduro, recibe ahora los últimos arreglos, luego de que fueran removidos los obstáculos que permanecieron durante cuatro años sobre el asfalto.
Expectativa en Colombia
El representante de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), Víctor Méndez, indicó que hay gran expectativa por la posibilidad de que se reactive definitivamente el comercio en esta región.
«Tenemos la certeza de que, a partir del 1 de enero, vamos a volver, no a llegar en un año a los 7.200 millones de dólares (de comercio bilateral) que teníamos en 2008, pero sí a llegar a una cantidad bastante grande», dijo.
Aunque el pasado 26 de septiembre ambos países abrieron el paso a vehículos de carga por el puente internacional Simón Bolívar, la dinámica ha sido lenta con unos cuantos camiones por semana a través de esa estructura por la que, cada día, cruzan miles de personas a pie.
«Toda la carga y los camiones van a salir prácticamente por el puente de Tienditas, tanto del lado venezolano como del lado colombiano. Esto va a ser algo grande, que es lo que estamos esperando para que vuelvan nuevamente el empleo y la producción a Norte de Santander», remarcó Méndez.
Para el secretario de Fronteras de Norte de Santander, Víctor Bautista, esta apertura traerá una normalización a las actividades en esta zona, algo que las autoridades de ambos lados esperan que se traduzca en una reducción de hechos ilícitos como el contrabando, la trata de personas, la extorsión y el narcotráfico.
«Son siete años de bloqueos, siete años de dificultades, de cierres, de aperturas temporales de la frontera y de numerosas restricciones, lo que ha afectado no solamente la integración social y económica sino también la seguridad«, aseguró Bautista.
Explicó que las bandas criminales aprovecharon estos años de cierre en la frontera para lucrarse con el manejo de «las trochas», las rutas no vigiladas, aprovechándose de la «necesidad de la gente de cruzar la frontera».
Movimiento en Venezuela
Desde principios de diciembre, cuando se conoció el anuncio de la «reapertura total» de la frontera, Venezuela ha instalado 184 señales de tránsito «preventivas, informativas y reglamentarias para garantizar la circulación segura», según ha informado el Gobierno.
Se trata, explicó el ministro de Transporte, Ramón Velásquez, de varios trabajos que incluyen la habilitación del puesto de control para la entrada y salida del transporte -a través de ocho taquillas- y la adecuación de espacios desde los cuales se fiscalizará el paso de camiones de carga pesada y de autobuses.
El gobernador de Táchira, Freddy Bernal, quien será el vocero oficial por Venezuela durante la apertura de este 1 de enero, aseguró que el puente «se convertirá en una referencia importante para el intercambio de mercancía».
La inminente puesta en funcionamiento de esta estructura, ha dicho el gobernador, supone riesgos de seguridad que las autoridades están contemplando, especialmente los relacionados con la extorsión, así como otros delitos que, prevé, empezarán a detectarse producto de la mutación de las bandas criminales ante esta nueva realidad.
La apertura será «total y transparente», remarcó Bernal, el emisario de Maduro en estos asuntos.
A la par, los empresarios venezolanos, sobre todo los del sector turístico, han manifestado al unísono su alegría por este esperado intercambio comercial que esperan que se traduzca en la recuperación de quienes fueron por décadas sus principales consumidores internacionales. EFE