Tres escenarios luego del diálogo Ejecutivo – movimientos sociales
En abril del 2021, un mes antes de que el Presidente Guillermo Lasso asuma su mandato, analistas como Santiago Basabe, en entrevista para este Diario, dejaba ver que ciertas decisiones en el eje de austeridad le aquejarían en un cortísimo plazo.
Y así sucedió. Después de terminar su plan de vacunación de 9 millones de ecuatorianos en 100 días, en octubre, el Régimen tuvo sus primeras manifestaciones colectivas.
Estas se convocaron por grupos indígenas y sociales, encabezados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), por la fijación del precio de los combustibles.
Una estrategia del Gobierno fue no aceptar un diálogo con todos los sectores sociales, aglutinados en el llamado Parlamento de los Pueblos, pero encabezado por la Conaie. Así, el Ejecutivo logró atomizar ese intento e instauró varias mesas y por separado con el FUT, la Fenocín y la Conaie. Con esta última organización se sentaron un salón de Carondelet el 4 de octubre, tras lo cual hubo un alejamiento.
Ante ese panorama, el Gobierno concedió el hecho de un diálogo con varias organizaciones (Feine, Fenocín y Frente Popular) y la Conaie. Pero no dio pie a que fuera con el escrutinio de los medios de comunicación. Hubo una tregua de declaraciones de lado y lado y, finalmente, se sentaron discutir.