Trabajadores piden que salario básico suba a USD 500
La próxima semana está prevista que se realice la segunda reunión del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS) para fijar el salario básico unificado (SBU) del 2022.
En la primera sesión del 9 de noviembre de 2021 el Consejo expuso a los representantes de los trabajadores y empleadores las previsiones de crecimiento macroeconómico, los indicadores laborales y de inflación, así como la inflación proyectada para el siguiente año.
Eduardo Carrillo, representante del Banco Central del Ecuador, detalló las cifras macroeconómicas para los años 2021 y 2022. Explicó que la expectativa de crecimiento para el 2021 es de 3,02%, mientras que para 2022 se estima en 2,85%. Mencionó que a pesar de este crecimiento en los datos no se alcanza aún los niveles prepandemia.
El representante del Ministerio de Economía y Finanzas, Daniel Falconí, expuso que la inflación anual promedio para el 2022 se proyecta en 1,28%.
Tanto empresarios como trabajadores llegarán a la segunda reunión sin una cifra definida. Sin embargo, el tema de debate gira en torno a la promesa de campaña del presidente Guillermo Lasso de incrementar el salario de USD 400 a 500.
El ministro de Trabajo, Patricio Donoso, ha adelantado que el incremento será hasta 2025 y no hay una cantidad fija o meta de incremento para cada año.
Los empleadores consideran que el valor debe establecerse tomando en cuenta que el país se encuentra todavía en un periodo de recuperación económica.
En este año, los trabajadores centran el debate en la meta de alcanzar los USD 500, que prometió el presidente Lasso. Édgar Sarango, presidente de la Central de Trabajadores del Ecuador, dice que esta es una promesa en firme y es algo que se debe cumplir o, de ser el caso, indicar los mecanismos que se aplicarán para llegar a alcanzar ese compromiso.
Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), señala que la fijación de salarios para 2022 se convierte, como todo fin de año, en un punto álgido de discusión, sobre todo frente a la situación que vive el país.
“Hoy, con más de cinco millones de desempleados en el país, la reactivación económica debe ser la prioridad del Gobierno, por lo cual rechazamos que se pretenda fijar un salario sin considerar las condiciones de vida”, expresa.
El dirigente indica que mientras el costo de la canasta básica sobrepasa los USD 700, los salarios han disminuido hasta en un 50% y 75%. “Además existe alrededor del 30% de trabajadores que reciben menos del salario básico, todo esto producto de la mal llamada Ley Humanitaria”.
Tatamuez exige que se cumpla con la oferta de campaña del Gobierno, donde se mencionó que el salario sería de USD 500. “Lo mínimo que esperamos es que exista dicho aumento para mejorar las condiciones de las familias ecuatorianas”.
El mismo criterio tiene José Villavicencio, presidente de la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE). “Nuestra central no es parte del Consejo de Trabajo, no somos parte de ese club de amigos, pero vamos a exigir que el Gobierno cumpla con lo ofrecido en campaña, que es subir a USD 500 desde enero de 2022”. El dirigente aclara que en ningún momento el Gobierno planteó que el alza de USD 500 sea durante los próximos cuatro años.
Villavicencio cree que la posición de los empleadores no ha cambiado y sigue siendo la misma pese a que las empresas han duplicado sus ventas y ganancias. “Sin embargo los empresarios plantean que no hay la posibilidad de incrementar el salario básico y que de acuerdo a la inflación el alza podría ser solo de USD 5”.
Los trabajadores -asegura- creemos en cambio que el aumento del salario no va a quebrar a las empresas sino todo lo contrario. “Cuando hay buena remuneración, hay circulante y la economía se dinamiza, crece el empleo y hay reactivación”