Rolando Vera reclama la reactivación del apoyo económico que recibía
Conocido como el ‘Chasqui de Oro’, tetracampeón de la prueba pedestre San Silvestre, que fue una de las más prestigiosas del mundo en la década del 80, Rolando Vera (56 años), lamenta que desde hace tres años le hayan retirado la mensualidad estatal que recibía.
Aclara que dicha mensualidad no es una pensión vitalicia, sino un nombramiento que recibió en 1987 del entonces presidente de la República, León Febres Cordero.
El Mandatario dispuso ese nombramiento para cuatro fondistas, además del azuayo recibieron la distinción Martha Tenorio, Yolanda Quimbita y el ya fallecido Mario Tumipamba.
No existe un documento que avale este reconocimiento, fue verbal y se formalizó a través del Ministerio de Educación y Cultura, que en aquella época era dirigido por Iván Gallegos Domínguez.
La idea, dice Vera, era apoyar a los cuatro atletas a través de esta mensualidad y aunque no eran profesores ellos debían promover la práctica del deporte en la ciudadanía mediante charlas y con el ejemplo de ser exponentes de alto rendimiento.
Al igual que cualquier empleado público, de estos salarios se les descuenta lo correspondiente al Seguro Social.
El deportista cuencano asegura que Tenorio y Quimbita mantienen vigente este beneficio, pero él dejó de percibirlo en 2018; menciona que son los entes de educación que rigen en Azuay y Cuenca los que cuestionan el desembolso de esa mensualidad.
Incluso le han insinuado que se ponga a trabajar para reactivarle el pago, pago que equivalía a dos salarios básicos unificados. Le piden que justifique el merecimiento del aporte.
Vera afirma que, pese a tener este inconveniente, continúa promoviendo la práctica de la actividad física de varias maneras, anuncia que en las próximas emanas sacará un libro enfocado en la San Silvestre.
Se siente parte activa del cambio positivo que se dio en el Ecuador en torno al deporte, porque antes los deportistas eran vistos como personas desocupadas y en las competencias de fondo se veía muchas personas alentando a los corredores; en la actualidad cree que se ve más atletas que espectadores. Lamenta que ciertos funcionarios no lo conozcan.
El cuencano, además de ganar la San Silvestre en 1986, 1987, 1988 y 1989, representó al país en otras bregas internacionales, entre ellas los Juegos Olímpicos de 1988, 1992 y 1996. A nivel local ganó varias competencias, entre ellas 9 ediciones de la Quito Últimas, una como juvenil o 8 como sénior.