Quito se festeja con vóley en La Vicentina
En La Vicentina Baja, el ecuavóley es tan tradicional como el campeonato de 40. Hace más de una década los torneos de este deporte se han convertido en una tradición más de las Fiestas de Quito, en este barrio ubicado en el nororiente de la ciudad.
En la mañana de este domingo 28 de noviembre de 2021, el ambiente era de fiesta en el sector de San Pablo. La poca disponibilidad en las canchas del sector llevó a los vecinos a demarcar un área de ecuavóley sobre el asfalto de la calle Pablo Guevara.
Alrededor de la cancha los moradores buscaban guarecerse del sol arrimados a una pared o se acomodaban en sillas, bajo parasoles. Comida y bebida salían de las tiendas y puestos de comida, mientras dos equipos calentaban para el primer partido de la mañana.
Antonio Díaz es uno de los organizadores del campeonato Luis Aguayo, denominado así en homenaje a un vecino y jugador de vóley fallecido recientemente. El directivo explica que el campeonato de San Pablo se juega desde hace unos 12 años, con jugadores del barrio y de otros sectores como Rosario, Guadalupano, Nueva Floresta, Floresta y otros.
En el 2020 el torneo fue suspendido debido a la pandemia de covid-19 y este año se retoma bajo un protocolo de bioseguridad. “Para jugar tienen que estar vacunados con ambas dosis”, dice Díaz sobre las nuevas reglas que se han impuesto debido a la pandemia.
Pese al riesgo, el interés no ha decaído y este año hay 18 equipos inscritos en tres categorías que juegan buscando el título de campeón. El trofeo y el incentivo económico que se entrega a los campeones en cada categoría se financia con el dinero recaudado en la inscripción. Otra parte se guarda para financiar un evento social por Fiestas de Quito, que este año no se realizará por seguridad.
En los equipos hay jugadores desde los 16 años hasta personas más experimentadas como ‘El Mayor’, como se le conoce a Patricio Taco. Él heredó la afición por el vóley de su padre y también le ha inculcado el gusto por el deporte a su hijo, quien también participa en el torneo.
Diaz reconoce que la vía pública no es un lugar apropiado o permitido para realizar actividades deportivas. Como club deportivo han intentado gestionar un espacio en el terreno que actualmente ocupa el centro de salud de la zona, pero no han tenido respuesta.
El directivo dice que los vecinos del barrio han aprendido a convivir con la cancha y sus jugadores. Cuando el conductor de un vehículo intenta circular por la Pablo Guevara debe detenerse hasta que la jugada termine para poder pasar o tomar una ruta alterna.
Pese a los inconvenientes en la circulación vehicular y peatonal, Díaz asegura que el objetivo es fomentar la actividad deportiva entre los jóvenes, con la idea de mejorar la convivencia y la seguridad en el barrio.