Que usemos el ADN como un gigantesco disco duro está más cerca gracias a un nuevo hito de Microsoft
A este paso no vamos a tener discos duros para almacenar todo lo que guardamos. El mundo genera muchos datos, y en Nature ya predijeron que en 2040 produciremos entre 10 y 100 veces los datos que seremos capaces de almacenar.
Una de las grandes promesas para resolver el problema está en el ADN, que es capaz de almacenar ceros y unos para guardar esos datos y que por tanto se podría convertir en un gigantesco disco duro en el futuro. En Microsoft acaban de lograr que ese futuro esté algo más cerca.
Todos los datos del mundo cabrían en un frigorífico
La empresa de Redmond lleva tiempo trabajando en este tipo de tecnología, y aunque no es la única, ahora se ha aliado con el Molecular Information Systems (MISL) de la Universidad de Washington para avanzar en este campo.
El resultado de esa colaboración ha sido un estudio en el que se describe la primera "grabadora de datos a nanoescala en ADN", que según los investigadores permitiría almacenar datos en el ADN con una densidad de grabación de 25 * 10^6 secuencias por centímetro cuadrado, que es unas 1.000 veces más densidad de la que se había logrado hasta ahora.
Se habla de que el ADN sería capaz de ofrecer una densidad de grabación de un exabyte por centímetro cuadrado, lo que supera de largo lo que se consigue actualmente con los medios con mayor densidad de grabación. Esos medios por cierto, son las cintas LTO (Linear Type-Open): una de las futuras cintas LTO-10 podría almacenar más de 1.900 películas en Blu-ray.
Para ponernos en situación, según International Data Corporation necesitaremos nueve zetabytes de capacidad en 2024. ¿Cuánto es eso? Muchísimo: en Microsoft indican que un zetabyte es lo que se necesitaría si Windows 11 se descargara en 15.000 millones de dispositivos.
Eso requiriría millones de cintas LTO, pero con ADN los nueve zetabytes se podrían almacenar idealmente en algo así como un frigorífico. No solo eso: los datos almacenados en ADN podrían aguantar sin corromperse durante miles de años, mientras que los discos ópticos, las cintas o los discos duros tienen una vida útil mucho menor antes de deteriorarse o romperse.
Hay dos grandes problemas actuales para lograr que el almacenamiento en ADN sea una realidad. El primero, incrementar la velocidad de escritura. El segundo es el coste de esta soluciones, que aún es elevado: almacenar tan solo unos pocos megabytes costaría miles de dólares.
Precisamente el avance de Microsoft da un paso interesante en esa primera parte del reto tecnológico, y aunque aún quedan años para ver sistemas de almacenamiento ADN prácticos —si es que los vemos—, este hito de la empresa de Redmond allana un poco el camino.
Vía | Gizmodo