Pugna entre Harris y Trump aviva debate sobre ‘fracking’ en Pensilvania
La tecnología, criticada por los grupos ecologistas, pero defendida por los inversionistas, vuelve al debate electoral
La tecnología, criticada por los grupos ecologistas, pero defendida por los inversionistas, vuelve al debate electoral.
En el reciente debate entre Kamala Harris y Donald Trump, el tema del fracking ha vuelto a ser protagonista. Ante la pregunta sobre su cambio de postura respecto a esta práctica, la candidata demócrata apeló a sus raíces en una familia de clase media para justificar su nueva posición: "Mis valores siguen siendo los mismos y mi objetivo es llevar esos valores para ayudar a la gente a progresar, no a retroceder", afirmó. De esta manera, explicó su transición de querer prohibir el fracking en el pasado a comprometerse a respetarlo como candidata. Por su parte, el expresidente contraatacó a su oponente: "Ha estado en contra del fracking durante 12 años", aseguró.
El fracking, una técnica controvertida utilizada para la extracción de gas y petróleo, ha generado divisiones en la opinión pública y en el ámbito político. Mientras algunos sectores lo ven como una oportunidad para el desarrollo económico y la independencia energética, otros lo consideran una amenaza para el medio ambiente y la salud de las comunidades cercanas a los yacimientos.
Este debate sobre el fracking no es nuevo en la arena política, pero cobra relevancia en el contexto de las próximas elecciones, donde las posturas de los candidatos respecto a temas ambientales y energéticos son cruciales para captar el apoyo de los votantes. La tecnología, en este caso representada por el fracking, se convierte así en un punto de discordia que refleja las divergencias ideológicas y económicas en juego.