Productores denuncian quema de bosques para sembrar maíz

Las empresas dedicadas a la cría de cerdos y aves para la alimentación humana denunciaron la quema y tala indiscriminada de bosque seco tropical en los cerros de las provincias de Manabí y Guayas, principalmente, para dedicarlos a la siembra de maíz.

Esta práctica de destrucción de la naturaleza se registra básicamente en los cantones Jipijapa, 24 de Mayo, Paján, Santa Ana, Portoviejo y Junín, en la provincia de Manabí; y Pedro Carbo, Isidro Ayora y Lomas de Sargentillo, en Guayas.

De acuerdo con la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), la Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal), la Asociación Ecuatoriana de Alimentos Balanceados (Afaba) y la Asociación de Porcicultores del Ecuador (Aspe), principales gremios del sector, los elevados precios del maíz incentivan la tala y quema del bosque en forma indiscriminada para sembrar este cultivo.

Ecuador produce solamente el 90% del maíz que consume, por lo que al final de año o después de las cosechas el precio del producto se dispara.

“Una errada política de precios y la absoluta permisividad hacia la especulación, inciden en la destrucción forestal con alto impacto ambiental”, señalaron en un pronunciamiento que se conoció este 7 de diciembre del 2021.

Según datos oficiales, los incendios forestales se han convertido en una de las principales amenazas para la naturaleza, ya que provocan la pérdida de cobertura arbórea y la biodiversidad.

El 99% de incendios forestales son causados por la mano del hombre. Una parte del maíz que absorbe y utiliza la industria de proteína animal es producido en estas áreas recientemente destruidas por la tala y la quema.

Los productores de proteína buscan mecanismos para identificar y diferenciar el grano proveniente de estas zonas de deforestación, y señalan que se abstendrán de comprarlo.

“La cadena de proteína animal no puede ignorar y ser testigo silencioso de la destrucción de los bosques”, añadieron y exigieron al Gobierno tomar cartas en el asunto y frenar la deforestación.

Ecuador, en casi 30 años, ha perdido más de 2 millones de hectáreas de bosque tropical.

La destrucción del bosque de las cordilleras costeras de Guayas y Manabí, conocido como bosque tropical seco, y que está incluido en la lista Global 200 de la WWF, entre los ecosistemas de protección prioritaria, trae consigo irreversibles consecuencias, además de la extinción de especies de flora y fauna.

La emisión de grandes cantidades de carbono a la atmósfera o incremento de la huella de carbono, la erosión del suelo, la pérdida de las fuentes de agua, la disminución de lluvias y el calentamiento global son consecuencias directas de esta práctica.

El 55% de territorio ecuatoriano está conformado por bosques, sin embargo, alrededor del 8% se ha perdido por la deforestación.