La ‘eficiencia’ de Donoso desconectada de la realidad
El gobierno de Guillermo Lasso se caracterizó por tener funcionarios malos, pero el que demostró estar un nivel más arriba fue Patricio Donoso, ministro de Trabajo, que además de malo fue cruel.
A última hora, de espaldas a los trabajadores -a los que se supone debía defender- se reveló como un sujeto oscuro al firmar una serie de acuerdos que vulneran los derechos laborales que son sagrados, al menos en el papel.
La ‘eficiencia’ de Donoso en sus últimas horas, contrastó con la característica que había demostrado durante su gestión: la capacidad de desentenderse de los problemas y mirar a otro lado.
Si el fantasma Ángel González no pagaba a los trabajadores del casi desaparecido diario El Comercio, Donoso se hacía de la vista gorda y permitía que periodistas, fotógrafos, diseñadores acumulen seis meses sin cobrar y no tengan respuestas.
Donoso se desentendió del tema del tradicional diario quiteño a pesar de que en enero de 2022 el mismo Lasso llamó a trabajadores y extrabajadores de El Comercio y se comprometió a darles una solución.
Donoso, ciego, sordo y mudo
En julio de este año salieron a la luz una serie de correos electrónicos, algunos desde las cuentas oficiales del Ministerio de Trabajo, en el que se revelaba un romance entre un viceministro y una subalterna, además de una serie de cobros para ‘acelerar’ algunos trámites.
Donoso volvió a ver a otro lado. La respuesta institucional fue un boletín de prensa.
“Ante las publicaciones que circulan en redes sociales de supuestos correos institucionales aparentemente filtrados, aclaramos que esta información es completamente falsa. Iniciaremos las acciones legales correspondientes a fin de condenar estos actos mal intencionados que buscan dañar la imagen de nuestros funcionarios e institución”, señaló la cartera de Estado.
El boletín señala que van a investigar al denunciante, es decir que no se iban a molestar en averiguar si un viceministro enamorado utilizaba su oficina para mantener apasionados romances o si se cobraba por hacer trámites que son gratuitos y deben ser expeditos.
Donoso encarnaba el espíritu de la administración Lasso, ineficiente, desconectado de la realidad y amante de todo tipo de impunidad.
Golpe bajo al trabajador
Donoso firmó seis acuerdos ministeriales a dos días de dejar el cargo, una eficiencia nunca vista en el ministerio de Trabajo. De un plumazo permitió que se extienda la jornada laboral y se modifiquen los tipos de contratación.
El acuerdo MDT-2023-161 pavimenta el camino para que el trabajador cumpla una jornada de hasta 12 horas diarias, si logra un acuerdo con su empleador. Todo esto, escudado en “lograr objetivos superiores de estabilidad familiar; personal, eficiencia en el tiempo, en los traslados al sitio de trabajo y mayor tiempo libre durante la semana”.
Con la reforma, precariza los derechos del trabajador, protegidos en el artículo 47 del Código del Trabajo, que señala que “la jornada máxima de trabajo, será de ocho horas diarias, de manera que no excedan de cuarenta horas semanales, salvo por disposición de la ley en contrario”.
Y como Donoso era ley, atropelló los derechos de los trabajadores.
Pero fue más allá al señalar que si hay un acuerdo entre el empleador, la jornada laboral se puede extender hasta ṕor setenta días. Casi dos meses y medio de trabajo seguidos, sin disfrutar de la familia, ni tiempo libre, como defendía unas líneas más arriba el acuerdo ministerial.
“Las jornadas continuas de trabajo se podrán ejecutar durante los siete (7) días de la semana, en jornadas diarias de hasta ocho (8) horas que serán distribuidas en función de las necesidades de la actividad”, reza el acuerdo de Donoso.
Paradójico, la única vez que Donoso fue eficiente en el trabajo y gestionó algo fue para vulnerar derechos, algo clásico en el desgobierno de Lasso.