Otto Sonnenholzner confirma que no será candidato a Alcalde de Guayaquil, propone y respalda a Pedro Pablo Duart como candidato.
Las elecciones seccionales se celebrarán el 5 de febrero de 2023 donde se elegirá alcaldes, prefectos, entre otras dignidades.
El exvicepresidente Otto Sonnenholzner descartó la posibilidad de ser candidato a la Alcaldía de Guayaquil y mostró su apoyo a Pedro Pablo Duart, quien fue gobernador del Guayas hasta julio de 2020 y ahora se desempeña como voluntario en la fundación Progresa.
Duart asegura que tiene una buena amistad con Sonnenholzner, con quien conversa de todo tipo de temas, como los problemas de la ciudad, entre ellos, la delincuencia.
“Otto es mi amigo, me acompaña buena parte de todo este recorrido. Lo hemos hecho conjuntamente, sobre todo lo que está pasando en Guayaquil, los altos niveles de violencia”, relata.
Pero esa muestra de apoyo de Sonnenholzner hacia Duart puede ser la causa de la circulación de panfletos donde acusan al exgobernador del Guayas de usar dinero proveniente del narcotráfico para la instalación de cámaras en barrios de Guayaquil, como parte del proyecto de la fundación.
“Es una pena que se politice una ayuda, que tengamos que recurrir a viejas prácticas de la partidocracia, viejas prácticas de los dinosaurios políticos que quieren permanecer más tiempo en el poder o que se sienten amenazados por personas que lo único que hemos venido demostrando es servir a la comunidad”, expresa y menciona que ocurrió entre 24 a 48 horas después del pronunciamiento de Sonnenholzner.
“Qué coincidencia que el exvicepresidente sugiere, y no he aceptado ninguna candidatura, me sugiera como posible postulante a ocupar el sillón de Olmedo; y qué coincidencia que, 24, 48 horas después, en los mismos lugares donde hemos ido a dotar de cámaras de vigilancia (...), están entregando volantes, pagando a la gente para que vayan a entregar volantes (...), diciendo que son cámaras para narcotraficantes. Es absurdo. Yo siempre supe que iba a ser duro, que iba a tener represalias”, cuenta Duart.
Los panfletos circularon estos días en los sectores de Montebello, la Atarazana y la Alborada. Estos volantes hicieron que el exgobernador del Guayas tomara la decisión de presentar en los próximos días una denuncia en la Fiscalía.
Duart, desde que renunció a la Gobernación del Guayas en julio de 2020, se convirtió en voluntario de la fundación Progresa, una organización sin ánimo de lucro. Allí labora en diferentes programas sociales enfocados en educación, salud y seguridad.
Indica que no es la primera vez que ve acciones ligadas al poder político. “Hace unos meses empezamos a poner las cámaras de videovigilancia, y camionetas de la Dirección de Justicia y Vigilancia las retiraban porque eran espacios públicos”, sostiene.
Para Duart, estas acciones podrían motivarlo a participar en las elecciones de 2023 para la Alcaldía de Guayaquil.
“Es gente que indirectamente nos está motivando a que participemos, porque cuando yo veo que la ciudad está completamente abandonada, con las calles llenas de baches (…); cuando veo hay que exceso de multas (de tránsito); cuando veo tanta desigualdad y recibo este tipo de ataques, me motivan aún más a cualquier decisión que sea en beneficio de los guayaquileños. Una decisión de participar tentativamente en las próximas elecciones”, expresa.
El voluntario de la fundación Progresa apoya en el plan denominado Barrio Seguro, que consiste en escoger el lugar considerado peligroso y colocar una cámara de vigilancia con un alcance de 70 metros y con la capacidad para detectar el movimiento a través de sensores.
Estos equipos han sido colocados en 110 barrios, alcanzando a 44.000 ciudadanos de los Guasmos, Fertisa, Flor de Bastión, Bellavista, Sauces, Pascuales y otros.
“Yo invito a la ciudadanía en general a que se sume, a la Alcaldía para que lo copie y lo replique. Yo lo estoy haciendo sin asumir un cargo público. Hay que salir a escuchar, lamentablemente las autoridades cuando llegan a un puesto público se aburguesan y en lugar de estar trabajando en función del ciudadano se quedan en su metro cuadrado o escuchando a sus asesores y eso no está bien”, comenta.
Via El Universo