Obras a largo plazo en la Alóag-Santo Domingo, paralizadas hace tres años
En los atascos por los derrumbes de los últimos días, los conductores se exacerban pero también dan posibles salidas a lo que se debería hacer en la vía Alóag-Santo Domingo. Esta carretera pasa por una nueva emergencia, debido a daños, derrumbes y a la falta de una intervención integral.
El más reciente deslizamiento, reportado en el kilómetro 34, enervó los ánimos de Hilber Méndez, conductor de un carro plataforma en el que moviliza autos cero kilómetros, desde el puerto de Manta hacia Quito. El último miércoles esperó cinco horas en la ruta. “El pueblo ya no aguanta tanto abandono que tiene la carretera. Ya son años de lo mismo: huecos por todas partes, trabajos a medias y la falta de señalización, que es causa de accidentes”. Méndez resume así la problemática general de esta conexión entre la Sierra y la Costa, por la que viaja desde hace 15 años.
La paralización hasta que se habilite el tramo afectado es pérdida económica para Méndez. En esas circunstancias, no puede atender un posible viaje de retorno.
Desde mediados de enero de este año, los transportistas se quejan por el pésimo estado de la ruta de 100 kilómetros. Las críticas incluso han saltado a las redes sociales. Diego Melo pidió en Twitter al presidente, Guillermo Lasso, que se revierta la concesión y la competencia sobre la vía que tienen las prefecturas de Pichincha y de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Carlos Rubio, otro usuario de esa red social, propuso que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) asuma la delegación, con el fin de que la intervención sea directamente estatal.
El mayor escollo en este eje vial está en 41 kilómetros lineales de vía, de los cuales 26 corresponden al territorio de Pichincha y 15 a la tierra tsáchila.
Las obras de ampliación a cuatro carriles, muros, puentes y protección de taludes a lo largo de esos tramos son esperadas desde hace dos décadas por los usuarios. El Gobierno Provincial de Pichincha informó que los trabajos de ensanchamiento vial y otras mejoras se ejecutaron entre 2015 y 2017.
Esa etapa comenzó luego de que el MTOP entregara a la Prefectura USD 40 millones, para continuar con la ampliación de los kilómetros 46 al 72 de la zona de Tandapi y Unión del Toachi. Pero según la entidad, luego de 2017 el contrato firmado dos años antes con la compañía Hidalgo&Hidalgo, a cargo de las obras en la ruta, se quedó sin financiamiento. Esa intervención integral continuó a cuentagotas hasta 2019, pero luego se paralizó y ya lleva casi tres años sin seguimiento.
Los trabajos preventivos y de emergencia sí se han cumplido parcialmente. Pero son los pendientes los que generan los mayores contratiempos.
Fernando Ortiz, presidente de un gremio del transporte pesado, dice que los baches se hacen cada vez más profundos porque los carros caen pesadamente en ellos.
Darwin Romero, chofer de una compañía de transporte puerta a puerta, dice que su carro, a pesar de ser un todoterreno, sufrió un daño en la amortiguación. Recuerda que uno de los huecos, llegando a Tandapi, es uno de los más riesgosos. En los días de lluvia no se lo ve y los vehículos caen en él.
El Gobierno Provincial centra sus esfuerzos en atender los derrumbes en los puntos críticos de la vía. Además, se coloca una carpeta asfáltica en los tramos ya ampliados. Una vez finalizadas estas obras, entre Tandapi y Unión del Toachi, se empezará a cobrar el peaje en el kilómetro 56.
En la vía Alóag-Santo Domingo hay un total de 49,7 kilómetros ampliados y funcionales, esta parte adecuada de la vía está en Pichincha. Sin embargo, es solo el 68,55% de toda la extensión de esa carretera en esta provincia. El Gobierno Provincial pichinchano ofreció enviar a EL COMERCIO una explicación sobre la situación de la vía, pero hasta el cierre de la edición no se concretó