Las historias detrás de las jóvenes halladas sin vida a orillas del río Esmeraldas
Yuliana Macías, Denisse Reyna y Nayeli Tapia tenían varias cosas en común. Eran oriundas de Santo Domingo, dos de ellas querían salir del país en busca de un mejor futuro y las tres eran risueñas y alegres, según relatan sus familiares. Los sueños de estas jóvenes de 19 y 21 años quedaron truncados la semana pasada, cuando fueron cruelmente asesinadas. Sus cuerpos se encontraron enterrados a orillas del río Esmeraldas.
El pasado martes, 4 de abril del 2023, las jóvenes salieron de sus casas a distintas horas. Al inicio se decía que habían sido contratadas para una presentación musical, pero esta teoría fue descartada por los familiares, quienes comentaron a Vistazo que lo último que supieron es que viajarían a la playa con unos amigos.
Alrededor de las 9:00 de aquel día, un auto Sail de color negro recogió a Denisse. La habían invitado a Casa Blanca, un hotel ubicado en Same, en la provincia de Esmeraldas. Para ese momento, la joven no estaba segura de ir o no a la playa. Prefirió decir que se iba a desayunar.
Luego se supo que ella y la persona que conducía el auto pasaron recogiendo a Nayeli en una zona de la vía Alóag, pues venía de Quito. En la tarde, Denisse regresó a su casa junto a su amiga para confirmar el viaje.
En la noche se unió Yuliana, quien comunicó a sus allegados que se encontraría con una amiga. La joven subió un estado de WhatsApp, en donde se observaba a las chicas cantando en un carro.
Lo que ocurrió después es todo un misterio, pero el jueves 6 de abril, un grupo de pescadores reportaron que un cadáver estaba enterrado a orillas del río Esmeraldas, a la altura del recinto 5 de Agosto, del cantón Quinindé.
Agentes policiales descubrieron que no solo había un cuerpo, sino tres. Los cadáveres presentaban signos de tortura y tenían heridas hechas por armas cortopunzantes, quizás machetes. Las tres estaban maniatadas.
os restos fueron trasladados a la morgue, luego entregados a sus familiares, quienes confirmaron que las víctimas eran Yuliana, Denisse y Nayeli.
Llenos de miedo, pero con sed de justicia, tres parientes de las jóvenes decidieron hablar con Vistazo para contar sus historias y los sueños que anhelaban cumplir.
SIRIA, LA DIOSA GRIEGA
Yuliana Macías, la única cantante de las tres víctimas, tenía 21 años. Hace poco había empezado su carrera artística bajo el nombre de Siria, la Diosa Griega. Su profesión como vocalista despuntó cuando hizo un show en la campaña de una candidata a la Prefectura de Santo Domingo. Antes representó al Instituto Superior Tecnológico Tsáchila en un concurso nacional de canto, obtuvo el primer lugar.
Quería ser una solista reconocida en el país e internacionalmente, para ello se preparaba en clases de técnica vocal. A nivel académico, siempre destacó como una alumna aplicada. Fue abanderada en la escuela y en el colegio. En el Instituto Tsáchila fue reconocida como la mejor egresada de su promoción.
“El mayor sueño de Yuli era tener una segunda carrera, estaba entre Abogacía y Psicología, pero hasta la última conversación decía que quería ser Psicóloga. Además, deseaba viajar, conocer otros países y lo más importante: prepararse como cantante”, comentó Paulina Rueda, tía de la joven.
A su sobrina le gustaba desenvolverse por sí sola, cuenta Rueda. De hecho, vivía con su abuela tras independizarse del hogar de sus padres.
El día de su desaparición, Yuliana dijo que se iba con una amiga, pero nunca más volvió. El jueves 6 de abril, Paulina Rueda puso la denuncia ante la Dinased y el viernes se enteraron de la terrible noticia.
Rueda, quien también es activista por los derechos de la mujer, señala que quizás a las jóvenes les echaron algún líquido porque sus cuerpos eran irreconocibles. “Me acuerdo que sus piernas tenían moretones, su cara desfigurada, aún tenía una cinta en su nariz porque se hizo una rinoplastia”.
Denuncia que ha recibido amenazas, aunque no revela detalles. “Saben de lo que soy capaz, por eso me han querido silenciar, que no diga nada, pero quiero justicia para mi sobrina y para las otras chicas”.
LA ESTUDIANTE DE AGROPECUARIA
Denisse Reyna tenía 19 años y nació en Santo Domingo. Estudiaba Ingeniería Agropecuaria en el cantón Quevedo de la provincia de Los Ríos. Una fuente cercana a la familia de la víctima recordó que desde pequeña mostró su afición por los animales. "Cada vez que veía un perrito en la calle, quería acogerlo en su casa".
De hecho, planeaba tener su propio consultorio veterinario o algo relacionado con la ganadería, pero debido a la crisis de seguridad que atraviesa el país, sus proyectos cambiaron. Se enfocó en graduarse para luego viajar a Estados Unidos con su mejor amiga.
“Era la que menos se enojaba, la menos orgullosa. Siempre fue un punto medio, cuando había algún problema. Era demasiado buena, si alguna amiga no tenía a donde ir, ella la acogía en la casa. Trataba de solucionarle la vida a todos”.
La fuente consultada por este medio también contó que la joven estuvo en contacto con una amiga horas antes de su desaparición. Denisse le dijo a esa amiga: "Siento que algo va a pasar y si algo me pasa recuerda que te amo mucho”.
En horas de la madrugada del miércoles 5 de abril, un familiar habría recibido un mensaje en el que Denisse reiteraba que está con Nayeli y sus amigos.
“Quisiéramos saber todo, pero a la vez nada”, señaló la fuente, quien menciona que la familia de la víctima tiene miedo de que existan represalias contra ellos.
MADRE DE UNA PEQUEÑA
Nayeli Tapia, de 21 años, se caracterizaba por ser cariñosa, alegre y dedicada a su hija de cuatro años. Tenía muchas metas por cumplir en Quito, donde vivía junto a su hermana. Las dos habían planificado mudarse a España, en busca de mejores oportunidades laborales.
Lo último que su familia supo de ella es que a Denisse la habían invitado a la playa con otros amigos. Nayeli salió de su casa pasadas las tres de la tarde hacia Alóag, donde la recogieron.
A las 23:10 del martes 4 de abril, la joven envió un mensaje por Whatsapp a su hermana con su ubicación en tiempo real: “Solo te envío por si acaso”, escribió Nayeli. Después de eso no contestó más.
La ubicación que se describe en el mensaje es justamente una zona cercana al lugar en el que las tres fueron halladas sin vida.
“Estamos pidiendo justicia, pero al mismo tiempo tenemos miedo”, manifestó Johana Tapia, hermana de la víctima.
INVESTIGACIONES
Unidades especializadas de la Policía continúan investigando el caso. Lo último que se sabe es que las cámaras de seguridad del ECU 911 y de las viviendas privadas ayudaron a identificar el auto en el que se movilizaban. El vehículo habría sido alquilado en Santo Domingo.
No obstante, una fuente policial dijo a Ecuavisa que son dos los automotores identificados y que los videos de seguridad habrían revelado que dos hombres iban junto a las víctimas. Por el momento, no hay un pronunciamiento oficial.