Jorge Glas se esconde en la embajada de México para no declarar ante la Fiscalía
El exvicepresidente Jorge Glas se escondió en la embajada de México en Quito para evitar dar su testimonio ante la Fiscalía, que señaló el lunes 18 de diciembre de 2023 que quería hablar con él sobre el caso ‘Reconstrucción de Manabí’.
La Fiscalía General del Estado solicitó el domingo 17 a la Policía Nacional “localizar e inmovilizar sin esposas” a uno de los hombres fuertes del Correísmo. Sin embargo, la orden no se pudo ejecutar pues Glas había ingresado a la embajada de México en Quito.
El pedido de la Fiscalía radica en la serie de aplazamientos que ha sufrido el caso, en el que se investiga por su presunta participación en el delito de peculado a Glas, Carlos Bernal, ex secretario del Comité para la Reconstrucción; y Pablo Ortiz, exgerente de la empresa pública Ecuador Estratégico.
La Fiscalía anunció en junio del 2023 que investigaría a Glas, Bernal y Ortíz y la audiencia se fijó para el 6 de septiembre, pero no se ha podido realizar hasta la fecha debido a una serie de actos por parte de los investigados.
“La Fiscalía no puede parar su acción, por eso hemos solicitado que el ciudadano Jorge Glas comparezca para realizar algunas diligencias, pero esto no ha sido posible”, dijo la fiscal Diana Salazar a periodistas.
México lindo y querido
La representación diplomática mexicana en Ecuador ha sido utilizada como puerta de escape de líderes del correísmo para evitar la ley ecuatoriana.
En octubre de 2020, un grupo de dirigentes correístas se refugió en la embajada mexicana en Quito y pidió asilo político. La justicia los quería interrogar por su presunta participación en el violento paro de octubre y determinar si formaron parte de una “conspiración para atentar contra la democracia”.
Soledad Buendía, Fernando Molina, Carlos Viteri y Gabriela Rivadeneira recibieron el asilo y viajaron en diciembre a México, donde se desempeñan como consultores políticos, asesores y capacitadores del gobierno de Manuel López Obrador, que es afín al socialismo del Siglo XXI.
El fin de semana le tocó el turno a Glas, que causó un roce diplomático entre los dos países. La cancillería ecuatoriana exhortó a los diplomáticos mexicanos a que “inviten al señor Glas a cooperar con las autoridades policiales”.
Los diplomáticos mexicanos señalaron que Glas se encuentra como “huésped” y que llegó a la sede expresando temor por su seguridad. Prometieron estudiar detenidamente su caso.
“La situación del señor Jorge Glas tiene que ser resuelta en los Tribunales, no en las embajadas", insistió Salazar.
La embajada, ubicada al norte de Quito, se encuentra custodiada por personal policial.