Inseguridad, altos costos y falta de competitividad preocupan a los exportadores de cara a 2023
Altos niveles de ventas no significan altos niveles de renta, aseguran los exportadores. Camaroneros, bananeros y cacaoteros dicen que la salud de la cadena productiva está pasando por un mal momento.
Este 28 de diciembre de 2022, durante una rueda de prensa, Iván Onataneda, presidente del Directorio de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao), explicó que el Gobierno de Guillermo Lasso no tiene una política clara para el sector exportador. Eso impide tener un crecimiento sostenido de las inversiones como en Colombia y Perú.
«El Gobierno necesita atender las propuestas del sector productivo, propuestas encaminadas a la competitividad. Pedimos que nos apoye en seguridad, que nos apoye reduciendo costos. Ecuador es un país caro para producir», dijo.
Además, Ontaneda que las autoridades se equivocan al concluir que si se venden, se gana más. «Eso no es así. Ventas no son rentas. Se vende con mucho esfuerzo a pesar de que el dólar se ha apreciado con respecto a otras monedas. Solo eso hace menos competitivas a las exportaciones ecuatorianas», puntualizó.
Por su parte, José Antonio Campuzano, presidente del directorio de la Corporación de Gremios exportadores del Ecuador (Cordex), aseguró que los buenos niveles de ventas en 2022 no quieren decir que todo está bien en el sector exportador.
» La salud de la cadena productiva está pasando por un mal momento», contó.
Existen problemas estructurales que no se enfrentan: la inseguridad; la alta carga impositiva; la escasez y el incremento de costos de materias primas; la inexistente reducción arancelaria y la caída de precios en el mercado internacional.
Además, añadió que la eliminación del subsidio del diésel, dirigida a los camaroneros que posean predios de más de 30 hectáreas, aumentó el costo de producción a 16 centavos por libra, afectando al 82% de la superficie camaronera a nivel nacional. De ese porcentaje, el 30% está en riesgo de quiebra.
Asimismo, Campuzano recordó que uno de los temas que más preocupa es la inseguridad. En 2022, al menos 63 personas vinculadas a los sectores productivos fueron asesinadas por la delincuencia y alrededor 1.450 heridos, generando costos en atención hospitalaria y ambulatoria por más de $1 millón.
“Anualmente los camaroneros, bananeros y cacaoteros gastamos, por lo menos, $ 100 millones en dotarnos de seguridad a través de tecnología, guardias armados, custodias, seguros, equipamientos satelitales y más, porque el Estado no nos puede brindar seguridad”, reveló Camposano, quien detalló que incluso su sector ha llegado al límite de contratar custodias para el transporte de los sacos de alimentos balanceados para camarón.
Ontaneda señaló que el sector cacaotero gasta $ 16 millones al año ($ 4 por tonelada) en servicios de seguridad y que en este 2022 los casos de contaminación de contenedores de cacao han incrementado el 400 % con relación al 2021, lo que está haciendo perder mercados, pues los clientes internacionales no quieren estar ligados a investigaciones judiciales.
Finalmente, Campuzano Se han generado más de 15.000 nuevos puestos de trabajo en el sector, a través de un esfuerzo netamente privado. Sin embargo, nuestro margen para seguir invirtiendo se acorta porque no existen políticas públicas para apuntalar la competitividad. La palabra de moda en 2023 tiene que ser la competitividad», aseveró. (JS)
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