Guillermo Lasso, el banquero que quebró al Ecuador
La herencia de Guillermo Lasso no es su libro, ni el documental, peor aún su cuadro en Carondelet, es un país quebrado sin dinero para nada.
El banquero, que se caracteriza por su lento accionar, aceleró los tiempos para dejar el poder. Ahora conocemos la razón, la caja fiscal no tiene ni para sueldos, peor para el décimo de diciembre y menos para enfrentar un eventual fenómeno de El Niño.
Al igual que un tramposo que quiere vender gato por liebre, Lasso entorpreció el proceso de la transición para que el gobierno entrante no se entere de la famélica situación de las finanzas públicas.
Para muestra, dos botones: el exministro Pablo Arosemena señaló que el déficit fiscal estaría en el orden del 3 por ciento del PIB. Juan Carlos Vega, ministro de Noboa, señala que este indicador alcanza el 5 por ciento.
La diferencia es de 2.000 millones de dólares.
En la deuda pública, la diferencia de las cifras del gobierno del banquero y las brindadas por Vega tienen 14.000 millones de diferencia.
Arosemena dice que alcanza los 49.000 millones, en tanto que Vega asegura que llegó al techo de endeudamiento de 69.000 millones de dólares.
Así de escandaloso fue el manejo económico de Lasso, que no se justifica en obra pública o compra de medicinas e insumos, pues la infraestructura pública se cae a pedazos por falta de mantenimiento y en los hospitales públicos le piden al paciente comprar hasta los guantes del médico que le va a operar.
La respuesta de Daniel Noboa
En menos de una semana, Daniel Noboa Azin ha dado muestras de que está al mando del país y que es él quien maneja las riendas del Ecuador.
Pocas horas después de conocerse el desastre financiero dejado por Lasso, el presidente remitió a la Asamblea Nacional su proyecto de Ley Orgánica de Eficiencia Económica y Generación de Empleo.
Había señalado que esta reforma ayudará a superar la caótica herencia dejada por el banquero.
Uno de los puntos altos es un impuesto del 4 por ciento al patrimonio a la banca privada, que tuvo ganancias nunca antes vistas durante el gobierno de Lasso, convirtiéndose en uno de los pocos ganadores de su gestión.
La propuesta de Noboa busca mejorar la recaudación de impuestos a través de la retención del 3% a los grandes contribuyentes. De esta forma optimiza el manejo de flujo de caja público.
Noboa no olvida a los sectores más desprotegidos e incluye soluciones para mejorar el sector educación, combatir la desnutrición, ayudar a los que padecen enfermedades catastróficas, entre otras medidas sociales.
Una de las aristas más importantes es que restituye y amplia incentivos para las empresas que generen empleos, sobre todo para los jóvenes.