Google ayudará a descifrar las ilegibles recetas de los médicos
La mala letra de los médicos, o al menos la mala letra con la que los doctores garabatean las recetas que entregan a sus pacientes con la prescripción, es un elemento de la cultura popular y de la vida cotidiana que traspasa fronteras.Parece que los médicos de cualquier parte del mundo tienen la misma capacidad para escribir con una caligrafía bastante jeroglífica, con los consiguientes problemas para pacientes y farmacéuticos.
La anécdota pasa a ser un problema cuando el nombre de un medicamento puede ser mal interpretado
La cuestión pasa de la anécdota al inconveniente serio cuando el nombre de un medicamento o la dosis del mismo pueden ser mal interpretados, y por eso algunas compañías tecnológicas han tratado de encontrar una solución al problema.
La última en hacerlo ha sido Google, que en la más reciente edición de su evento anual “Google for India”, celebrada en el país asiático, ha dado a conocer que está trabajando en una herramienta que ayudará a descifrar lo que pone en las recetas. La compañía ha buscado para ello la colaboración de los farmacéuticos y está incorporando a su tecnología los métodos de deducción que estos emplean para averiguar los nombres manuscritos de los medicamentos.
La herramienta es todavía un prototipo y Google no ha informado de una eventual fecha de lanzamiento para el público. Según se pudo ver en el evento celebrado en India, opera a través de Google Lens, la función de reconocimiento de objetos a través de inteligencia artificial que la compañía ha incorporado a muchas de sus aplicaciones, y su tecnología le permite reconocer, en el conjunto del texto, los nombres de los medicamentos.
Una campaña de Canal+
La proverbial caligrafía ilegible de los médicos, que ahora Google quiere ayudar a descifrar, recibía otro uso muy distinto el pasado mes de abril: Canal+ Francia y su agencia creativa, BETC, la emplearon -como puede verse en la imagen que encabeza esta información- para los textos de la campaña de lanzamiento, de la serie “This is going to hurt” (“Esto va a doler”).
Se trata de una producción británica que adapta a la televisión el libro autobiográfico de Adam Kay titulado “This is going to Hurt. Secret diaries of a junior doctor”, en el que se narra con humor, pero sin tapujos, el día a día en el área de ginecología de un hospital público británico.