Expropiación de predios, mecanismo del alcalde Alvarez para ampliar la Bahía de Guayaquil
La administración del Aquiles Alvarez ampliará la Bahía de Guayaquil, con el fin de reubicar a unos 2.800 vendedores ambulantes, señaló el alcalde en su programa radial semanal este miércoles 13 de diciembre de 2023.
El pasado lunes 11 de diciembre, durante la sesión extraordinaria del Concejo Cantonal de Guayaquil, se aprobó en primer debate la ampliación de los límites de la Bahía, corazón comercial de la urbe porteña.
Los nuevos límites, que deberán ser ratificados en sesión prevista para el jueves 14 de diciembre, son: al norte, la calle Colón; en el sur, Gómez Rendón; la calle Noguchi en el oeste, y el río Guayas en el este.
Si bien se habló de ampliar el área de la Bahía, no se presentó un plan de seguridad para controlar la zona, que es afectada por delincuentes, arranchadores y hasta extorsionadores que piden el pago de ‘vacunas’ a los comerciantes para dejarlos trabajar en paz.
Expropiaciones para crecer
Alvarez dijo que tiene identificados cinco predios, los que serán expropiados para construir centros comerciales para reubicar a los vendedores.
De manera escueta, señaló que varios espacios están ubicados cerca al parque Chile, al centro sur de la ciudad.
El alcalde adelantó hace pocos días que el plan era construir cuatro centros comerciales para los vendedores informales. El primero en ser entregado está cerca al Palacio de Cristal, se prevé su inauguración para el 2024.
Con ocasión de las fiestas de Fin de Año, el municipio de Guayaquil autorizó el 1 de diciembre convertir en peatonales varias vías que cruzan con la Bahía, para permitir que los vendedores ambulantes ofrezcan sus productos.
La medida causó el rechazo de parte de la ciudadanía que se quejó por el caos vehicular en la zona y por la presencia de delincuentes que aprovechan la aglomeración y la falta de vigilancia para robar a comerciantes y clientes.
Alvarez señaló que la peatonalización genera un promedio de 55.000 dólares en ventas por día, lo que permite a los informales regularizados llevar el pan a sus hogares.