El consumo de pollo se incrementó en diciembre
Para las cenas de Nochebuena y de fin de año predominará el pollo antes que el pavo en buena parte de la mesa de los ecuatorianos. Otros se han inclinado por el cerdo.
La producción de pollo en pie, por ejemplo, pasó de 5,5 millones a 6,3 millones a la semana, desde mediados de este mes, según la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave).
Esta ave será una de las más consumidas en esta temporada ante la falta de ingresos económicos de las familias. En un mes normal, el ecuatoriano incluye 2,4 kilogramos (kg) de pollo en su dieta, pero en diciembre se eleva a 3 kg.
El cerdo llega a 0,9 kg y el pavo es muy inferior, pues al año tiene solo una salida de entre 0,8 y 0,9 kg por persona.
En los mercados ya se siente un aumento de la venta de aves. La Asociación Pavo Real, que integra 30 socios, informó que los compradores optan por el pollo y gallina debido a su bajo costo.
En este sitio, las especies en pie cuestan entre USD 15 y 20, mientras tanto, el pavo fluctúa entre USD 40 y 60.
Edwin Bastidas, titular de este gremio, asegura que luego de consultar los precios de toda la oferta, la gente prefiere llevar tres pollos. Por esa razón, tuvo que incrementar su ‘stock’ con más pollo y gallina.
Hay familias que, por su economía, no pueden acceder a un pavo para la cena navideña o para despedir este 2021.
Los Zambrano Cedeño afirman que no solo se trata de comprar un pavo y llevarlo al horno. Camila, la mayor de esta familia del cantón El Carmen, en Manabí, explica que el adobo para prepararlo y los demás ingredientes, por fuera del relleno, lo encarecen.
Ella estuvo al frente de la preparación de la cena hace dos años y entonces se gastó alrededor de USD 80. Con ese monto se adquirió un pavo mediano, el arroz navideño, ensaladas y otros. “La situación no da para gastar tanto. Somos tres en mi familia y con un pollo bien hecho nos ahorramos más de la mitad”.
Romina Jurado tampoco tendrá el pavo en su mesa, porque hace un año perdió su empleo como funcionaria pública. Sus ingresos mensuales pasaron de USD 1 200 a unos esporádicos USD 300, que obtiene por la venta de ropa, perfumes y accesorios para el hogar en una tienda en línea.
Jurado agrega que no sabe si hará una cena para sus tres niños, porque los USD 20 que le quedan tras cancelar sus obligaciones no alcanzan para cubrir los USD 80 que demanda la ocasión. “Los niños me han pedido juguetes y ropa”.
Raúl Quito es jornalero y cuenta que sus ingresos eventuales de USD 20, que obtiene pasando dos días, no le alcanzan para comprar un pavo.
Este padre de familia de seis hijos indica que en el mercado compra la libra de pollo en USD 1,20 y que esa será su opción para la Nochebuena.
Camila Rodríguez adquirió carne de cerdo para la cena. Compró en USD 2,50 la libra en un local del mercado municipal de la tierra Tsáchila.
La libra de pavo faenado, en cambio, varía entre USD 4 y USD 4,20 en los centros de abastos populares, donde sus vendedores sienten la reducción de la demanda.
Carlos Molina, directivo de una asociación de dueños de tercenas, dice que ya preveían esta situación y por eso compraron menos pavo este año. Él compro solo 10 unidades; hace dos años pedía hasta 25.
Édgar Navarrete, presidente de Conave, aclara que, en general, el pavo es comprado más en diciembre y por eso su consumo es transitorio y bajo.
Mientras tanto, la preferencia por la carne de menor costo (pollo) es mayor, sobre todo en la víspera del cierre de cada año. En esta temporada, la producción sube a 15%.
Aunque la producción de carne de pollo y su consumo fue menor en 2020 frente al año previo, hubo un incremento con relación a los tres años anteriores.
Entre 2016 y 2018 el consumo de pollo promedio fue de 26 kg por persona anual, en el 2019 se llegó a 30 kg y el año pasado cayó a 28,33 kg.
Para este sector, el año pasado significó a sus productores uno de los peores, luego de registran un buen desempeño durante cuatro años seguidos. La producción de pollo cayó durante el 2020 en un 6% con relación al 2019.
Navarrete explica que en los primeros meses de la pandemia se quedaron sin compradores y ante ello se vieron obligados a regalar el producto. Sin embargo, en este año estiman tener un repunte en las ventas, sobre todo en los locales y los mercados.
En los supermercados la situación es distinta frente a los centros de abasto. Eduardo Aldean, de la cadena Aldean supermercados, señala que las empresas hacen grandes compras de canastas navideñas y ahí incluyen al pavo. Por eso se abastecen desde noviembre para cumplir con los requerimientos corporativos.
En ‘retails’ como Aky, Mi Comisariato, Santa María, Tía, entre otros, mantienen un surtido para todo tipo de clientes. En estos sitios tiene más demanda el pavo faenado y conservado en fundas que mantienen la cadena de frío.