El apoyo del Gobierno permite a Quito financiar nuevas obras en el 2022
El Concejo Metropolitano de Quito ya piensa en la Reforma Presupuestaria del 2022. El anuncio del presidente Guillermo Lasso, sobre aumentar su aporte y asumir el 50% de la deuda por el Metro, permitirá pensar en otros proyectos, a mitad del próximo año.
En julio del 2020, en el Código Orgánico de las Finanzas Públicas se estableció la prohibición de que las instituciones públicas y privadas concedan créditos a los municipios que sobrepasen los límites de endeudamiento.
Esa norma señala que la relación porcentual de cada año, entre el saldo total de su deuda pública y otras obligaciones y sus ingresos totales anuales, sin incluir endeudamiento, no puede superar el 200%.
Según el administrador general del Municipio, Freddy Erazo, Quito superaba ese límite desde el momento en que se incluyó ese artículo. La razón es el Metro de Quito. Es decir, la capital estaba impedida de acceder a un nuevo financiamiento para otra obra.
Aunque Quito incurría en esa prohibición desde el 2020, Eduardo del Pozo, presidente de la Comisión de Presupuesto del Concejo, dice que el endeudamiento ya había superado ese límite en el 2015.
La razón: se asumió cerca de USD 500 millones de deuda cuando se hizo la apertura de sobres para contratación del Metro de Quito.
Actualmente, según Del Pozo, lo que puede hacer el Municipio es únicamente hacer uso de sus propios recursos o de su ahorro, para financiar alguna obra importante.
“Una vez que se concrete el anuncio (del Gobierno), permitirá que esta administración o la siguiente pueda buscar en un organismo nacional o internacional, la liquidez para ejecutar una obra importante”.
El martes pasado, a propósito de la aprobación de los USD 830,9 millones de presupuesto para el 2022, Erazo dijo que recuperar la capacidad de endeudamiento es un tema a considerar “porque abre posibilidades”.
El apoyo que ofreció el Gobierno significa USD 150 millones más a los 750 millones ya comprometidos. Sin embargo, esos recursos no se verán de forma inmediata. El Municipio apunta a reestructurar su planificación a mediados del próximo año para incluir el dinero que dejará de pagar por el Metro.
Nadia Ruiz, secretaria de Planificación, señala que entre enero y junio del 2022, el presupuesto se ejecutará según lo aprobado. A mitad de año se conocerá a qué se dará prioridad y cómo se gastará lo que reste de recursos.
La obra pública está en la mira de la Alcaldía. Entre los temas que requieren atención, según Ruiz, están concretar el proyecto de revisión técnica vehicular con un gestor privado, los proyectos pendientes de la Empresa de Obras Públicas (Epmmop) y el transporte.
Por ejemplo, actualmente la Epmmop analiza los proyectos que están en estudios pero que no tienen un financiamiento. Eso permitirá saber qué obras se pueden realizar este año.
Una vez que se concrete el apoyo del Gobierno central, el reto, según Leonardo Gómez, coordinador del Observatorio del Gasto Público, será cómo invertir esos recursos.
Gómez dice que el endeudamiento no es malo ‘per se’. Lo que importa es la forma y las condiciones en las que se negocia una deuda. Además, puntualiza que el Municipio debe ser claro en el uso de los recursos para que la ciudadanía evidencie la inversión en obras concretas.
Terminar de pagar los USD 2 009 millones que se requirieron para construir el Metro de Quito tomará a la ciudad 22 años más. Según el cronograma de pagos que maneja el Municipio capitalino, esa deuda se cancelará en su totalidad en el 2043.
Según el cronograma, a partir del 2028 el pago anual empieza a aumentar, y en el 2029 se pagaría USD 150 millones ya que coincidiría con el pago a todos los prestamistas. Luego la cifra comenzará a bajar.
En el presupuesto del 2022, lo destinado para el Metro es menor en relación a los últimos tres años. En el 2018, por ejemplo, se destinaron USD 976 millones. El próximo, según lo aprobado el martes, se invertirán USD 152 millones, debido a que la construcción prácticamente terminó.
El aporte del Gobierno, según lo mencionado por el Presidente, se entregará para que el Metro opere lo más pronto posible. El alcalde Santiago Guarderas ofreció ponerlo en marcha hasta el último trimestre del próximo año.
Este año, por la Empresa Pública Metro de Quito han pasado seis gerentes. También se definió la operación directa con asistencia internacional durante la época de Yunda. Eso cambió con el actual Alcalde y ahora se estructura un nuevo modelo de gestión.