Cuatro meses de 2022 acumulan casi el 50% de homicidios ocurridos el año pasado

El aumento de violencia en zonas de Guayas, Esmeraldas y Manabí en el año 2022, en comparación con 2021, es significativo; esto tomando en cuenta que 2022 apenas inició su quinto mes.

Del 1 de enero al 25 de abril de 2022 se han registrado 1.241 homicidios intencionales en el país, lo que equivale al 90% de la cifra total del año 2020 y el 49% de todo el año 2021.  La mayor incidencia en el aumento de este delito se ha registrado en  el Distrito Metropolitano de Guayaquil,  Manabí, Esmeraldas y el resto de la provincia del Guayas que en conjunto agrupan más del 60% de estas muertes.

Estas son las cifras oficiales del gobierno y sobre la cual, el presidente Guillermo Lasso sustentó su decisión de declarar el 29 de abril pasado el estado de excepción por 60 días en Guayas, Manabí y Esmeraldas con el objetivo de contrarrestar los índices  delincuenciales.

Solo en la parroquia Esmeradas, de la ciudad del mismo nombre, los niveles de violencia subieron en un 500%. En 2021 se contabilizaron 15 casos, pero hasta el 25 de abril de 2022, la cifra llegó a los 90.

En ese mismo periodo, en la parroquia Eloy Alfaro (Durán) el porcentaje de violencia se elevó en el 220%, y en Pedernales (Manabí) el porcentaje, según cifras oficiales,  es de 200% de aumento de niveles de delincuencia.

Hasta el 25 de abril de 2022, en el Distrito Guayaquil se registraron 433 homicidios intencionales;  en Esmeraldas, 142; en Guayas, 128; en Manabí, 115;   en Los Ríos,  95;   en El Oro,  77;  y en Quito,  43 casos.

Transición de delincuencia común hacia delincuencia organizada

El régimen considera que el aumento de la violencia se debe a una reconfiguración de los grupos delictivos que operan en el país, y que en los últimos años se encuentran en transición de delincuencia común hacia delincuencia organizada en esquemas empresariales que participan en los mercados internacionales de bienes y servicios ilícitos.

De estas actividades, el tráfico ilícito de drogas se considera como aquel que más riesgo presenta a la seguridad pública pues sustenta significativamente la economía criminal de las organizaciones delictivas, sin que se descarte la gravedad de la trata de personas, la ciberdelincuencia y otros delitos.

La reconfiguración de los grupos delictivos obedece también a factores externos, teniendo en cuenta que América Latina y el Caribe son las regiones con más homicidios en el mundo, pues si bien tiene a solo el 8% de la población global representa el 33% de todos los homicidios del mundo, y que 17 de los 20 países con tasas de homicidio más altas están en esta región.