Xavi toma las riendas de un Barça roto
El técnico hereda un equipo con 20 lesiones, con solo seis futbolistas para entrenar, sin juego, resultados ni dinero
Un páramo. Esto es más o menos lo que se va a encontrar Xavi Hernández (Terrassa, Barcelona; 41 años) en el Barcelona. Este lunes, en su primer día de trabajo como entrenador azulgrana después de ser presentado a las 13.00, debido a las lesiones y a los compromisos internacionales, solo podrá contar con seis jugadores del primer equipo: Iñaki Peña, Lenglet, Umtiti, Mingueza, Riqui Puig y Luuk de Jong. Puede que alguno más si Neto se recupera del resfriado, Dest de una lumbalgia y Nico de unas molestias musculares que le han hecho caerse de la citación con la sub-21. Un Barça roto que no encuentra la paz ni el rumbo, tampoco los resultados tras el 3-3 de Balaídos después de un 0-3 en la primera parte. “Sé que no llego en el mejor momento de la historia de este club”, expuso Xavi a su llegada a Barcelona; “tendremos que trabajar duro desde el minuto uno, ya que debemos luchar por todo. Este es el ADN del club. Quiero jugar bien y conseguir el éxito”. Estilo por bandera con la intención de cambiar el intercambio de golpes por presión, capacidad para sacar el balón de la raíz y someter al rival desde la recuperación en campo contrario.
Remodelar el área médica. Desde que comenzara el curso, el Barça ha sufrido 20 lesiones —Ansu, Ter Stegen y Dembélé ya estaban renqueantes del curso anterior— y 14 de ellas han sido por reveses musculares.
Ahora, están en la rebotica Piqué (sobrecarga en el sóleo de la pierna derecha); Sergi Roberto (elongación en el cuádriceps del muslo derecho); Pedri (lesión en el cuádriceps de la pierna izquierda); Dembélé (elongación en el semimembranoso del muslo izquierdo); Kun Agüero (arritmia cardiaca, en tres meses se verá si puede volver a jugar); Braithwaite (operación de rodilla); Eric García (sóleo de la pierna derecha), Fati (bíceps femoral izquierdo) y Dest (lumbalgia).
El dato preocupa a Xavi, que aspira a remodelar el área médica en cuanto le dejen. “Los jugadores están controlados y se entrenan con GPS, que arrojan los datos necesarios para no sobrecargarlos, pero en ocasiones las lesiones musculares no avisan”, señala un trabajador del Barcelona, consciente de que son demasiados contratiempos; “hay un punto de mala fortuna porque no son roturas de rodilla o lesiones que indiquen que algo va mal”. Sin embargo, son varios los futbolistas que han recaído o se les ha exigido más minutos de los que quizá podían asumir, como Dembélé y Ansu Fati. “Son cosas del fútbol”, resolvió el hasta ahora técnico interino Sergi Barjuan.
Frente al Celta, cayeron Eric García, Fati y Nico, que sufrió un pequeño tirón en el abductor derecho que no parece grave pero que ha hecho que el club le hiciera descansar antes que acudir con la selección sub 21. “Xavi tiene su papeleta como entrenador y su trabajo. Lo más importante es que la plantilla se pueda recuperar. Si recuperamos a todos, puede competir con todos los equipos”, convino Barjuan.
15 goles en contra. Incapaz todavía de imponerse a domicilio en la Liga —único en su especie junto al Villarreal, Espanyol, Getafe y Levante—, y con serias dificultades para dejar la portería a cero —solo lo ha hecho en cuatro de 12 encuentros—, el Barcelona acumula 19 goles en la competición, muy lejos de los 28 del Real Madrid. Y ha encajado 15 tantos.
Números que le colocan en el ecuador de la tabla, ya por ejemplo a 10 puntos del Real Madrid. Algo similar ocurre en la Champions, donde ha encajado dos palizas (0-3 frente al Bayern y 3-0 contra el Benfica), capaz únicamente de vencer a Dinamo de Kiev por la mínima en los dos envites, ahora con la exigencia de imponerse al Benfica si no quiere quedarse descabalgado de la competición antes de tiempo porque no se le ven trazas para hacerle frente al Bayern en el último duelo de la fase de grupos. “En la segunda parte nos olvidamos de jugar al fútbol. Nos falta un poco de personalidad y somos los jugadores los que tenemos que cambiar”, expuso con cara agria Frenkie De Jong, fastidiado por ver cómo el Celta les había empatado tras desperdiciar una renta de tres goles. Sin Messi no hay un capataz sobre el césped y sin Suárez o Griezmann tampoco un carpanta del gol. “Hay que hablar de cosas con Xavi”, puntualizó Memphis, sin querer hurgar en la herida.
Tres fichajes en el mercado de invierno. Con una deuda de 1.350 millones, el Barça está maniatado en lo económico por más que el presidente Laporta anunciara que harían tres fichajes en el mercado invernal. Necesita el presidente capitalizar el club para fichar pese a la miseria. Así, se busca un delantero con gol, un extremo con quiebro y profundidad, también un medio físico de área a área. Pero para ello deberán dar salida a algún futbolista (Coutinho, Neto, Umtiti, Braithwaite y Luuk de Jong están en la puerta) y así poder cuadrar las cifras, ahora que Dembélé y Sergi Roberto tienen el futuro en el aire porque no han renovado.
Tan precaria es la situación que tras tener que pagar los 12 millones de penalización por el despido de Koeman, el Barça debió negociar la fórmula de abonar los cinco millones que exigía el contrato de Xavi para su liberación con el Al Saad, pues rompían el juego limpio financiero, el mismo que hizo que Messi se marchara este verano de Can Barça al PSG. Todo un rompecabezas para Xavi, que sabe que no era la apuesta principal de Laporta para el cargo del banquillo pero que sí ilusiona a la afición por su historia de azulgrana, por su conocimiento de la casa y por el fútbol que brindó con las botas puestas. Este lunes toma las riendas.