Coca Codo dejó de vender USD 4 millones durante mantenimiento
Durante la paralización de seis meses por reparaciones, la central Coca Codo Sinclair dejó de vender USD 4 millones en energía eléctrica. Además, debió importar electricidad de Colombia por una cifra -aún no oficial- que bordea los USD 3 millones.
La Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) informó que la semana pasada concluyó con el mantenimiento de la Fase 2, que corresponde a las unidades de generación 5, 6, 7 y 8. Los trabajos se iniciaron el 1 de mayo pasado, estaba previsto que concluyan en septiembre, pero se extendieron hasta el 11 de noviembre.
Así, más de la mitad del año, la central operó solo con su Fase I (unidades 1, 2, 3 y 4), con la que se genera una potencia máxima diaria de 740 megavatios (MW), en promedio. Esta central es la más grande del país y tiene una capacidad de potencia de 1 500 MW, entró en operaciones en 2016 y fue construida por la empresa china Sinohydro.
La Celec informó que, durante este tiempo de mantenimiento, el Ecuador dejó de recibir USD 4 millones por la no venta de energía al Sistema Nacional Interconectado.
Asimismo, según datos del Operador Nacional de Electricidad del Ecuador (Cenace), el país importó energía eléctrica desde Colombia. De mayo a septiembre de este año, se compró 211,45 gigavatios (Gwh) al país vecino. Solo en septiembre la importación fue de 180,5 Gwh, esto representó el 8% de la producción energética del país durante ese mes.
El costo aproximado de la importación superaría los USD 3 millones, según el portal especializado Energía Estratégica. La Cenace aún no confirmó la cifra.
Para hacer un cálculo aproximado tomaremos los datos de exportación de energía de la Cenace. En el primer semestre de este año, Ecuador exportó 410,01 Gwh, por lo que el Estado recibió USD 7,25 millones. La importación realizada durante cinco meses de mantenimiento es aproximadamente la mitad (211,45 Gwh), entonces el costo superaría de USD 3 millones.
Ecuador importó energía eléctrica desde Colombia porque resulta más barato que producir energía con las termoeléctrica del país. Estas centrales funcionan con diésel, gas natural y fuel oil, conocido también como búnker. La producción de esta energía es muy costosa por el actual precio de los derivados de petróleo. Además, es muy contaminante.
“Los últimos meses hemos estado con importaciones puntuales porque resulta más económico traerla desde Colombia, antes que poner a funcionar nuestro parque termoeléctrico”, dijo Gonzalo Uquillas, gerente de Celec.
Ecuador tiene una potencia instalada de 8 100 MW, de los cuales 5 310 son de centrales hidroeléctricas (energía limpia) y el resto de térmica y otras fuentes alternativas. En cambio, la demanda del país es de solo 4 051 MW.
Ricardo Buitrón, consultor de proyectos hidroeléctricos, señaló que la generación térmica está a 0,12 el kilovatio hora y la hídrica, en USD 0,04. “Es decir, la generación térmica cuesta tres veces más en promedio. Y por el precio del petróleo eso tiende a subir”, señaló.
Durante este tiempo de paralización de la Fase 2 se realizaron trabajos en las válvulas esféricas y se repararon miles de nuevas fisuras encontradas en los distribuidores de presión. Según datos de la Celec, se detectaron más de 3 500 nuevas fallas. “El distribuidor 5 fue el que se encontró en mejores condiciones, se detectaron cerca de 600 fisuras”, dijo Uquillas.
Las reparaciones de las válvulas esféricas estuvieron a cargo de los técnicos de Celec, mientras que las soldaduras de las fisuras las realizó el personal de Sinohydro.
El problema de los distribuidores no es nuevo. De hecho, es una de las mayores dificultades que tiene la central, que también es la más costosa del país. El Ecuador pagó USD 2 714 millones por su construcción a la empresa china.
Los distribuidores son áreas claves de la planta. Estos equipos tienen forma de caracoles gigantes de acero y su función es recibir el agua que llega con enorme presión luego de caer por una tubería de más de 600 metros de altura, y distribuir el líquido a las turbinas para la generación de energía.
La Contraloría identificó en el 2015 más de 7 600 fallas en los ocho distribuidores, que fueron soldadas antes de que la central entrara a operar en 2016.
Los distribuidores han tenido más de siete procesos de soldadura y las fallas siguen apareciendo. La actual reparación se hizo con el procedimiento aprobado por la empresa alemana TÜV SÜD, contratada por Sinohydro, que recién este año determinó la fórmula adecuada para realizar la suelda.
En 12 meses se volverá a abrir los distribuidores para evaluar y determinar si las fisuras han dejado de aparecer. Esto implicaría una nueva paralización de una parte de la central. El Gerente de la Celec señaló que de aparecer nuevas fisuras “se seguirá insistiendo en el tema del arbitraje”.
Justamente, por las miles de fallas en estos equipos, la Celec planteó un arbitraje internacional para que Sinohydro encuentre una alternativa definitiva para este problema. Se espera que a finales de noviembre se establezcan los árbitros para que continúe el proceso, que puede durar hasta dos años. Mientras tanto, no se recibirá la obra de forma definitiva.