Ciudadanos: “Hasta cuándo la alcaldesa nos va a tratar como tontos”
Que los postes de la Víctor Emilio Estrada, en Urdesa, hayan reemplazado su tradicional color verde por el turquesa y naranja, ha generado una serie de quejas entre los guayaquileños; que lamentan, una vez más, que el Municipio de la urbe gaste en obras innecesarias, cuando aún, por ejemplo, hay calles sin asfaltar y ‘minadas’, barrios sin parques ni sombra ni espacios para caminar, y arterias sin pasos peatonales.
“Hasta cuándo vamos a tolerar que nuestros impuestos sean utilizados a conveniencia de la alcaldesa. Hasta cuándo vamos a tolerar tanta estupidez y corrupción. Hasta cuándo las autoridades nos van a tratar como tontos. Hasta cuándo los concejales no dirán nada”, cuestionó Astrid Gavilánez, quien vive en la ciudadela Bellavista y exige a las autoridades que hagan públicos los estudios o encuestas que confirmen que era necesario que la avenida principal de Urdesa se vuelva multicolor.
El Municipio no habla de presupuesto, ni inversión; solo justifica que la obra responde a una regeneración integral en Urdesa.
En ellos, las inquietudes no fueron respondidas y menos aún se reveló cuál fue el presupuesto invertido, que tampoco se lo encontró en el portal de Compras Públicas, donde se buscó, sin suerte, el proyecto. En los comunicados, explicó Verónica Landín, directora de Planificación Urbana, Proyectos y Ordenamiento Territorial (quien los firma), que la obra es parte de los proyectos contemplados en la Nueva Ciudad, “bajo un concepto productivo, inclusivo, saludable y resiliente”. En Urdesa, agregó, se ha implementado un plan sectorial de mejoras a nivel de infraestructura. Y aunque detalla que se colocarán pisos podotáctiles en rampas para movilidad, jardineras, zonas contemplativas de descanso... no profundiza en el tema consultado.
En un recorrido, este Diario pudo constatar que son aproximadamente 300 los postes que han sido pintados, entre ellos alguno de CNEL (de concreto), a lo largo de la Víctor Emilio Estrada, en el tramo que va desde la avenida Las Monjas hasta Guayarte; y en las calles Circunvalación Sur, Bálsamos, Cedros, la avenida del Rotarismo y Miguel Aspiazu Carbo, que se conectan con la arteria principal.
En estos puntos, además, están pintados los tachos de basura, lo que a ciudadanos como Walter Calderón, quien habita en Urdesa, le parece fuera de lugar.
“Si hay tantos sitios donde no hay, solo por citar un ejemplo, tachos de basura, ¿por qué no invirtieron lo que sea que hayan invertido en instalar depósitos de basura en esos barrios? ¿O por qué no se destinó ese dinero a tapar los huecos de Las Monjas, que nos obligan a ir brincando hasta que lleguemos a nuestros destinos? Como estos, puedo dar un sinfín de ejemplos... Pero todo queda en quejas, porque la autoridad simplemente no avisa, no responde”, lamenta.
A través de redes sociales como Twitter, donde las imágenes de los postes se han viralizado, los usuarios de igual forma han denunciado el hecho, enumerando las obras que se pudieron hacer en su lugar y colgando incluso imágenes de las falencias en sus vecindarios. El usuario Carlos Sornoza, por su parte, habló de los hoyos sobre el asfalto en la Florida Norte. Y Reinaldo Molina criticó que no se invierta en la metrovía, cuyo servicio catalogó como deplorable. “Por Dios, somos una ciudad carente de todo. ¡Qué frustración!”, añadió el habitante Néstor Espinoza.
No hay obras en qué gastar el dinero de los guayaquileños... Pero, ah, ya sé, pintemos los postes de color pasteles. Eso es lo que piensa la Alcaldía. Dinero mal gastado en "obras" para la ciudad pero con sobrepreciosDaniel Villa,
ciudadano
Y es que para los ciudadanos, que se regenere una urbanización vale la pena, es lo justo, siempre que sea de manera consciente. “En el suburbio no hay árboles. En el centro las islas de calor nos matan. Dicen que Guayaquil ha sembrado miles de árboles, que estamos llegando a la cifra recomendada. Pero eso es mentira y no depende solo de una cifra. Guayaquil en ciertos puntos arde, ¿por qué no invierten en ello? ¿Por qué no son equitativos?”, sentenció el ciudadano Douglas Vidal.
Insostenible económicamente, socialmente y ambientalmente. No hay argumento sino solo el de tapar algún robo.Maritza @UpZaro,
usuaria de Twitter
Consultados los concejales sobre si se socializó este proyecto y cuál es el costo, nueve de los 15 respondieron. Siete de ellos, todos socialcristianos, sin embargo no lo hicieron de forma individual, sino a través de un mensaje institucional, que difiere con lo dicho por los restantes.
El concejal independiente Héctor Vanegas aseguró que el proyecto no fue tratado nunca al interior del Concejo, por lo que desconocía de su costo. Lídice Aldás, de la línea correísta, aseguró algo similar. “Quizás por tratarse de un proyecto más pequeño, en comparación a obras de mayor magnitud, no se lo abordó con nosotros. Es posible que esté dentro del presupuesto anual y haya sido aprobado. Pero claro, estas son obras que deben socializarse, sobre todo con la comunidad, para atender sus necesidades”, declaró.
De este tema no hemos hablado en el Concejo, no sé cuál es el valor invertido. Esta semana recorreré Urdesa para saber qué dice la gente.
Héctor Vanegas,
concejal independiente
Sin embargo, Alfredo Montoya, Andrés Guschmer, Úrsula Strenge, Nelly Pullas, Luzmila Nicolalde y Consuelo Flores, a quienes nuevamente EXPRESO les solicitó su opinión personal, a través del comunicado dijeron que sabían de los trabajos.
Nosotros no hemos aprobado esta obra, porque por ser pequeña está dentro del presupuesto y no sale para que el Concejo la apruebe.
Lídice Aldás,
concejal de UNES
“Todas las obras que se ejecutan en Guayaquil han sido aprobadas por el Concejo. Tenemos pleno conocimiento de ellas. En Urdesa, el fin es convertir a este barrio en un destino turístico/gastronómico. Los postes son el primer paso de un proyecto enmarcado en la Nueva Ciudad”, reza el comunicado, en el que no se da a conocer la cifra de la inversión.
“Todo lo que aquí se hace es con nuestros impuestos. La Alcaldía solo administra nuestro dinero. Por eso las explicaciones deben ser para nosotros, pero eso no se da. Para la autoridad, no existimos”, agregó Ana Pinzón, de Urdesa.