Científicos encuentran un pasaje subterráneo que conecta Galápagos con Panamá
Desde hace décadas un hecho causaba tanta intriga como desconcierto entre los expertos. ¿Cómo podía haber rocas que indicaban intensa actividad volcánica en Panamá, un país que no se encuentra cerca de ningún volcán activo?
Con la intención de descifrar este verdadero misterio científico y tras años de investigación, los resultados de un nuevo estudio, publicado el 19 de diciembre de 2021, proponen un fenómeno geológico que, hasta ahora, era desconocido.
Para los expertos, estas rocas fueron arrastradas por el “viento de manto” a través de una especie de “pasaje subterráneo” hasta ahora secreto que conecta ese país con las islas Galápagos, a unos 1 609 kilómetros de distancia, informó el sitio RT.
Como explican los autores del trabajo, que fue publicado en la revista científica National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS, por sus siglas en inglés), luego de analizar la composición de las muestras pétreas recuperadas del centro de Panamá, descubrieron que estas presentaban una firma química correspondiente a la de la pluma mantélica de las Galápagos.
Esta está “soplando” activamente material del manto a través de una ventana abierta a poca profundidad hace unos 8 millones de años en la placa de Panamá, indicó el diario Clarín de Argentina.
“Está bien establecido que las plumas del manto son los conductos principales para la afloración de material enriquecido geoquímicamente desde el interior profundo de la Tierra”, describieron en la publicación.
Las plumas mantélicas pueden fluir lateralmente a través de las capas superiores de la superficie terrestre y no únicamente a través de los conductos verticales de los puntos calientes (áreas con alta actividad volcánica) como había sido propuesto anteriormente, subrayaron los expertos al manifestar lo destacado de este trabajo.
Es que este descubrimiento transforma la comprensión actual de los científicos sobre los procesos geológicos que ocurren debajo de la superficie de la Tierra al sugerir que los puntos calientes, como los que formaron las islas Galápagos y Hawái, no se encuentran fijos en su lugar.
En lugar de simplemente ir directo a la superficie, el magma ascendente, formado por columnas calientes en el manto, puede fluir de forma lateral a través de las porciones superiores del manto del planeta y transportar material mucho más lejos, publicó Cornell Chronicle.
“Existen estas corrientes increíblemente profundas que llegan desde el límite entre el núcleo y el manto de la Tierra”, detalló Esteban Gazel, coautor del estudio, en este último medio. Y agregó: “Y forman volcanes e islas oceánicas como Hawái y las Galápagos. Demostramos que una vez que este material alcanza el manto superior, puede extenderse e impactar en un área mucho más grande de lo que se pensaba”.
Según el investigador, “estos penachos también tienen el potencial de fluir y moverse horizontalmente a todas las demás partes del manto superior […] teníamos sospechas de que esto ocurría, pero los datos de la geoquímica de las rocas confirmaron nuestra idea”.
De acuerdo con los expertos, es imprescindible continuar con las investigaciones y recopilar más datos para determinar con exactitud hasta dónde se extiende el flujo lateral de la pluma de Galápagos, afirmó RT.
Esto es lo que, en última instancia, arrojará nueva luz sobre los procesos geológicos que le han dado forma al planeta.