Caso Basílica: ¿Quito conoce los derechos de las personas trans?
Un debate se generó después de que dos chicas trans denunciaron que fueron impedidas de tomarse fotografías en la Basílica del Voto Nacional. Tras ello surgió una interrogante: ¿Quito conoce los derechos de las personas trans? EL COMERCIO conversó con dos especialistas, quienes dieron sus puntos de vista.
Además, este sábado 27 de noviembre del 2021 se cumplen 24 años de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador, por lo que la población Lgbtiq+ rechaza que, tras más de dos décadas de ese hecho, las personas de las diversidades sexogenéricas continúen viviendo situaciones de discriminación en distintos espacios.
Núa Fuentes, socióloga con mención en Ciencias Políticas y activista social
“Quito tiene una mezcla de visiones. Hay unas muy progresistas, que cuestionan las cosas que han sucedido, vemos personas indignadas y eso me parece bien. Pero, por otro lado, vemos gente que ha revictimizado, que se ha preguntado cómo iban vestidas, que han dicho que la iglesia es la iglesia y ellas tenían que respetar, que las concepciones religiosas y demás.
“Estas cosas sí suceden en la ciudad, pero por suerte ya comienza a haber una respuesta negativa y se reconoce que esto está mal. Mucha gente ya dice que es discriminatorio, pero hay quienes siguen hablando sobre si las víctimas tuvieron la culpa, que es algo que no debería ser. Quito está preparada para discutir estos temas, pero hay esas oposiciones y una resistencia todavía a hablar de ellos.
“Sería poderoso que la iglesia, en vez de decir que fue un error, aceptara que tiene la culpa en este acto de discriminación. Hay mucha gente que va a tomarse fotos, incluso artísticas, en la Basílica. Hay una doble moral y antes de reconocer el error se pone como una confusión.
“Por otro lado, juzgar por la vestimenta es una forma típica de revictimización, especialmente hacia mujeres y personas de las diversidades sexogenéricas como las trans. Se habla de cómo iban vestidas para discutir si fueron con la idea de provocar. Todas estas ideas intentan culpar a la víctima. No hay ninguna ley que prohíba o diga cómo tenemos que vestir y en ningún caso se puede justificar una agresión a una persona con base en cómo está vestida. Es algo muy propio de las lógicas patriarcales”.
Danilo Manzano, director de Diálogo Diverso
“Es hora de que las personas que viven en Quito, de diferentes ciudades y nacionalidades, hablen de este tema. La ciudad tiene que dar un ejemplo de respeto a la diversidad. La capital del Ecuador, en el siglo XXI, no puede darse el lujo de tener una ciudadanía que discrimina y establecimientos que vulneran los derechos de la población trans.
“No existe argumento válido que justifique la discriminación de un funcionario que les pide que se retiren y mencione que son personas disfrazadas. Las identidades sexodiversas, que en el desarrollo y el ejercicio de su libre personalidad transitan, se identifican y modifican su expresión de género, lo hacen con el objetivo de sentir la naturalidad de su corporalidad. Una persona trans no está disfrazada”.
“Pero las visiones de género heteronormadas se manejan con la idea de que hombres y mujeres utilizan determinadas vestimentas. Históricamente nos han hecho creer que las ropas tienen género.
“La violencia hacia la población Lgbtiq+ existe y persiste. Son pocas las acciones que promuevan la igualdad, la no discriminación y que sensibilicen a personal público y privado de restaurantes, lugares de ocio, cines, karaokes, etc.
“Estoy seguro de que ni el alcalde ni los concejales tienen idea de la existencia de la Ordenanza 554. Esta fue creada específicamente para trabajar en la promoción de derechos de las personas Lgbtiq+ en el Distrito Metropolitano de Quito”.
Via El Comercio