Cartel mexicano, detrás de secuestro de la hija de ‘Fito’
Un día después de conocerse el secuestro de la hija de alias ‘Fito’, uno de los líderes de la banda criminal Los Choneros, comenzó a circular un documento donde un cartel mexicano se adjudica el delito, cometido en la ciudad de Manta.
En la carta se señala que el secuestro es una orden directa de Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, líder del cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), con el fin de demostrar que son el grupo delictivo más poderoso en Ecuador.
En Ecuador, la agrupación criminal de Los Lagartos, es el brazo ejecutor del CJNG.
Informes de la Policía Nacional señalan que cada vez es más frecuente encontrar en operativos antidrogas, señales de la filiación de bandas locales con los carteles mexicanos del narcotráfico.
Con base en las evidencias y la investigación de inteligencia se ha determinado que la organización criminal de Los Choneros tiene nexos directos con el cartel de Sinaloa, enemigo acérrimo de CJNG.
Al momento, agentes de la Unidad de Antisecuestro y Extorsión de la Policía (UNASE) realizan las investigaciones para dar con el paradero de las jóvenes secuestradas.
Los investigadores también mantienen comunicación con alias ‘Fito’, con el fin de encontrar elementos que permitan liberar a las dos mujeres.
Los carteles mexicanos se disputan en Ecuador dos cosas: la primera es la red de abastecimiento de droga que llega de Colombia y Perú y es enviada a Estados Unidos, Europa y Oceanía, dejando millonarios ingresos a los narcotraficantes.
El otro punto de disputa es el abastecimiento de esa red narco que incluye actividades como carga, descarga y abastecimiento de las narcoavionetas que aterrizan con dinero en efectivo y armas y despegan con cocaína.
También está la “liberación” de territorios en las ciudades y el campo, para almacenar droga y poder enviarla al extranjero. En el campo, básicamente de la Costa, se prefiere lugares cerca de haciendas, donde se aprovechan de las pistas de aterrizaje de las avionetas fumigadoras o de extensos caminos rurales.
En las ciudades se buscan lugares cerca de los puertos para almacenar la droga y aprovechar el momento para contaminar los contenedores que salen con exportaciones de banano, camarón y atún, básicamente del Puerto de Guayaquil