Boluarte dice que 2023 debe ser un año de paz, diálogo y recuperación para Perú
La gobernante de Perú espera que se realicen reformas políticas que permitan ir a unas elecciones libres en 2024.
LIMA. La presidenta de Perú, Dina Boluarte, afirmó que 2023 tiene que ser para su país «el año de la paz social, el diálogo, la recuperación económica y de la atención a las necesidades más urgentes de los peruanos».
La gobernante señaló, en un mensaje televisado, que «también tiene que ser el año de las reformas políticas que permitan ir a unas elecciones generales libres y transparentes, donde todos los peruanos y peruanas podamos elegir a nuestras nuevas autoridades».
Boluarte sostuvo que 2022 ha sido de «grandes retos para todas las peruanas y peruanos», no solo «por la grave crisis política e institucional«, sino también por «el sufrimiento que dejó» la covid-19, que convirtió a Perú en el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo por la pandemia.
«El Estado está en deuda con el país y, sobre todo y especialmente, con los más vulnerables, quienes no tienen por qué pagar las consecuencias de los errores de los políticos«, enfatizó.
La jefa de Estado agregó que «las personas en situación vulnerable necesitan de toda nuestra atención y ese es nuestro compromiso como Gobierno de transición», y dijo que tiene «la más firme convicción de que con el apoyo y la contribución de todos» se podrá salir de la crisis política y social que afronta su país.
Tras indicar que fortalecerá la «lucha contra la impunidad y la corrupción«, Boluarte recordó que Perú es «una sociedad que ha atravesado situaciones adversas, difíciles y dolorosas en el pasado».
«Esta vez no debe ser la excepción, como Presidenta, como madre y mujer provinciana, comparto el malestar y la indignación del pueblo peruano porque hay muchas demandas que no se han atendido históricamente», remarcó.
Señaló, sin embargo, que se necesita «recuperar la tranquilidad y la paz social», y aseguró que «el pueblo peruano no es violento ni agresivo, es pacífico, solidario, valiente, que ama la paz y apuesta por el desarrollo«.
«Estoy segura de que lograremos alcanzar en el año 2023 las metas que nos estamos trazando en este Gobierno de transición, pero con paz y desarrollo», concluyó.
La crisis interna
Boluarte asumió la Presidencia de Perú por sucesión constitucional el pasado 7 de diciembre, después de que el Congreso destituyera a Pedro Castillo por intentar cerrar el Legislativo, intervenir en la Judicatura y gobernar por decreto.
Esta crisis política dio inicio a una serie de protestas y manifestaciones sociales que derivaron en actos de vandalismo y enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad, en los que murieron 28 personas, sobre todo en regiones del sur del país.
Aunque la agitación social se ha calmado en las dos últimas semanas, representantes y organizaciones sociales del sur del país han anunciado que retomarán las protestas desde el 4 de enero de 2023, para exigir la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria a una asamblea constituyente.
En una entrevista publicada por el diario El Comercio de Perú, el primer ministro peruano, Alberto Otárola, consideró que «la etapa más dura» de las protestas «ha pasado», aunque reconoció que «el Perú ha estado al borde de un abismo institucional«.
Otárola manifestó su esperanza de que la decisión de adelantar las elecciones generales para abril de 2024 permitirá que terminen las protestas, aunque sostuvo que estas «son un derecho fundamental».
«El respeto al orden público se va a garantizar y el Gobierno lo va a hacer; lamentando, por cierto, las sensibles muertes acaecidas en los días pasados que nos duelen como peruanos, ningún compatriota debió morir. Pero también nosotros tenemos que tener un alto sentido de la responsabilidad», indicó. EFE