Así están los tres helicópteros Dhruv ‘sobrevivientes’: embodegados y a la espera de compradores

Metros de plástico negro los cubren totalmente. Apenas se logra observar una parte del fuselaje en el que destacan sus denominaciones: FAE-602, FAE-605 y FAE-606. Son los tres helicópteros Dhruv ‘sobrevivientes’ del lote de siete que fueron adquiridos por la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) a la empresa india Hindustan Aeronautics Limited (HAL) en el 2008 por un monto de $ 42,5 millones.

Como si se tratase de un cementerio de aeronaves, los Dhruv permanecen embodegados en un hangar del Ala de Combate n.º 22 de la FAE, en la Base Aérea Simón Bolívar de Guayaquil, compartiendo espacio con piezas oxidadas de otros equipos, desde el 2015, año en el que la institución resolvió su “paralización indefinida” luego del último de los accidentes en los que se destruyeron los otros cuatro.

Para conservar las naves en buen estado, la FAE señaló que efectúa un riguroso proceso de mantenimiento. Según explicó la institución ante un pedido de información de este Diario, se realizan, entre otras, “tareas básicas de ventilación de los fuselajes (apertura de accesos y compuertas), inhibición de corrosión mediante la aspersión de aceites preservantes, esto desde el 2016, año en que se desmontaron motores y componentes, como palas principales y de cola, transmisión principal, y desmontaje de equipos electrónicos (almacenados en bodega con climatización)”. Además, “en el caso de los motores, al ser un componente de preservación especial, se mantienen en contenedores de presión, temperatura y humedad controlada, en gas nitrógeno… A la fecha y considerando el manual técnico de los motores, los mismos deben ser enviados a un banco de pruebas para posteriormente ser almacenados por otros cinco años”.

Todo esto hasta que se defina qué hacer con ellos.

Pocas semanas antes de que concluya el anterior gobierno, en abril pasado, el ministro de Defensa Nacional, general Oswaldo Jarrín, anunció que los helicópteros se venderían. El objetivo era concluir el proceso de liquidación del contrato con la HAL, el cual fue terminado unilateralmente por el Ministerio en el 2015.

Inconforme con la decisión ministerial, la firma presentó al año siguiente una demanda contra la institución en el Tribunal Distrital Contencioso Administrativo n.º 1, en la capital, en la que pidió que se declare la nulidad de la terminación unilateral y que se le pague una indemnización por daños y perjuicios por un total de $ 11′071.229,40, según estos rubros:

El Tribunal aceptó parcialmente el pedido de la HAL declarando la nulidad, no de la terminación sino de un recurso de apelación interpuesto erróneamente por esta misma. Pero no se pronunció sobre el tema de la reparación económica. La empresa planteó un recurso de casación que perdió. Entonces, en el 2018, quedó en firme la resolución de la terminación unilateral.

La FAE señaló, en sus respuestas a este Diario, que como producto de esta terminación unilateral “se generó una liquidación económica del contrato” basada en el cruce de deudas y multas entre ambas partes; el resultado fue que debía pagársele a la HAL la suma de $ 2′994.181,11. El desglose es el siguiente:

El Ministerio siguió adelante con el proceso, para lo cual se contrató un peritaje con un ingeniero aeronáutico para que hiciera el avalúo de los tres helicópteros, nueve motores y otras piezas. Según la FAE, este señaló un valor de $ 7 millones al 2019.

“Con la valoración, la FAE recomienda al Ministerio de Defensa Nacional que realice la venta; sin embargo, la Procuraduría General del Estado determina que, al tratarse de un bien estratégico, la forma pertinente de realizar la liquidación es mediante una negociación con el fabricante o realizar una venta de gobierno a gobierno”, indicó la Fuerza Aérea.

Inicialmente, el Ministerio había empezado a negociar en el 2020 con la misma HAL, contó en su momento el general Jarrín. Incluso sus directivos tenían previsto visitar el país, pero esto no se concretó a causa del coronavirus. Además, dijo el ministro, se habían enviado invitaciones a embajadas de varios países.

En ese marco, la FAE indicó que la empresa francesa Safran, fabricante de los motores, manifestó su interés en dos de ellos nuevos. Presentó una oferta por $ 500.000.

Proceso se reactiva

Mientras todo esto ocurría, la Fiscalía General del Estado reactivó, en diciembre del 2020, la investigación por presunto peculado en el proceso de adquisición de los Dhruv que se había archivado en el 2009. En principio, señaló a 19 personas, incluyendo a los exministros de Defensa Javier Ponce y Wellington Sandoval.

Dicha compra fue cuestionada en su momento por el fallecido comandante de la FAE, general Jorge Gabela, que fue asesinado en el 2010. Su crimen sigue sin aclararse.

Cuando la fiscal Diana Salazar se enteró del anuncio de Jarrín, solicitó de inmediato al juez Iván León que estas aeronaves sean inmovilizadas por 180 días. Su pedido fue aceptado.

Por ello, las negociaciones con la empresa francesa y las embajadas quedaron suspendidas, señaló la FAE.

Luego, el pasado 6 de octubre se realizó la audiencia de formulación de cargos. En esta, Salazar afirmó -con base en un peritaje de la institución- que el perjuicio para el Estado en este caso fue de $ 63,2 millones. Y además de acusar a 15 personas y pedir prisión preventiva para ellos, la funcionaria solicitó que se amplíe el plazo de prohibición de enajenar los helicópteros por el tiempo que dure la instrucción fiscal; es decir, 90 días.

El juez no dio paso a la prisión preventiva para los procesados, pero sí prohibió la venta de las naves. La instrucción fiscal se cierra el 9 de enero próximo.

Jorge Luis Ortega es abogado de uno de los acusados, el coronel de la FAE en servicio pasivo Vicente Illescas, quien fue parte de la Comisión Técnica, Legal y Económica que revisó las ofertas para las aeronaves. Señaló que es innecesario que se prohíba la venta de los Dhruv. “¿Cuál es la necesidad de tenerlos allí? Haga un informe, ponga todas las piezas que vio, que encontró, llame a un tercero imparcial internacional para que diga: ‘Sí, encontramos que tiene llantas Pirelli y no Dunlop’, y punto. Tome fotos, haga videos, y mande a vender eso”, opinó él, y agregó que el Estado sigue gastando en su mantenimiento y sus seguros.

Para él tampoco se ha generado, como argumenta la fiscal, ninguna pérdida para el Estado. Y, con base en los expedientes del caso detalló sus propias cuentas:

“1. El presupuesto referencial del contrato era de $ 67 millones.

2. El monto del contrato, $ 42,5 millones (la oferta que le seguía era $ 15 millones más alta).

3. Se pagó un anticipo de $ 30 millones.

4. Cubrieron 6 pagarés de $ 1′520.000 cada uno, total, $ 9′120.000, de los que descontaron multas por $ 2′068.478,33.

5. Quedaron pendientes 4 pagarés por un total de $ 6′080.000, de los cuales quieren descontar $ 2′073.972,30 por multas.

6. Adicionalmente ejecutaron la garantía de fiel cumplimiento por $ 2′260.000.

7. Se cobraron los siguientes valores por seguros: FAE-604, $ 5′666.760; FAE-601, $ 13′850.000; FAE-605, $ 16′000.000; y FAE-603, $ 16′000.000″.

Las nuevas naves

En reemplazo de los siete helicópteros Dhruv, la Fuerza Aérea Ecuatoriana adquirió otros seis H-145, a los que se denomina Cobra.

Tres de los seis helicópteros ya arribaron al Ecuador en mayo pasado. Está previsto que los otros tres lleguen el próximo 11 de diciembre.

La FAE explicó que, al igual que los Dhruv, los H-145 se usan para realizar operaciones de búsqueda y salvamento aeronáutico y evacuación aeromédica, además que dan apoyo al trabajo de la Secretaría de Gestión de Riesgos, el Servicio Integrado de Seguridad ECU911 y a la Dirección General de Aviación Civil.

Las nuevas aeronaves se adquirieron, según la entidad, “con recurso económico asignado por el Estado”. No se precisó si este provino de lo que pagó la empresa aseguradora por los accidentes.

En el expediente del proceso penal por presunto peculado en la compra de los Dhruv que se lleva adelante, se indica que Seguros Sucre pagó en total $ 46′410.760, desglosados así:

Los cuatro accidentes

• El primero ocurrió el 27 de octubre de 2009. Una de los helicópteros se estrelló durante una exhibición aérea en la Base Aérea Mariscal Sucre en Quito, realizada con ocasión de los 89 años de la fundación de FAE. En aquella ocasión no hubo fallecidos.
• Cinco años después, el 20 de febrero de 2014, la nave presidencial se cayó en la comunidad de San Roque, en Chimborazo, mientras viajaba desde Guayaquil hacia Quito. En ese accidente murieron tres militares.
• En tanto, el 13 de enero de 2015, otro helicóptero se cayó durante una misión de entrenamiento en Chongón, cerca de Guayaquil. No hubo víctimas.
• Y dos semanas después, el 27 de enero de 2015, se estrelló el cuarto. El accidente fue en el helipuerto de Tena, en Napo. Tampoco hubo fallecidos, pero sí heridos.