¡Alerta por viruela del mono! Medidas de prevención y cuidados indispensables

La OMS declaró la emergencia de salud pública de importancia internacional por la viruela del mono.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la emergencia de salud internacional debido al aumento de los casos de viruela del mono, una enfermedad causada por un virus de ADN del mismo grupo que la viruela humana, erradicada en 1980.

En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública ha informado que se encuentra trabajando en la alerta epidemiológica, siguiendo las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Se espera que el 15 de agosto se emita un pronunciamiento oficial tras definir la alerta epidemiológica a nivel nacional.

El epidemiólogo Pablo Espinosa ha explicado que el virus de la viruela del mono fue identificado por primera vez en 1958 en Dinamarca, en un mono proveniente de África. El primer caso humano se registró en 1970 en la República Democrática del Congo, afectando a un niño de 9 meses. Existen dos linajes genéticos principales de este virus, denominados I y II, siendo el linaje I el más transmisible y grave.

La transmisión de la viruela del mono se produce por contacto con fluidos de personas infectadas, a través de lesiones cutáneas, saliva, mordeduras de animales infectados, consumo de carne contaminada, relaciones sexuales sin protección y besos. El epidemiólogo también alerta sobre el riesgo de contagio por besos de madre a hijo y por contacto con objetos contaminados como sábanas o ropa de personas infectadas.

Los síntomas de la viruela del mono son similares a los de la viruela humana, con la aparición de ampollas en la piel a partir del sexto día de la enfermedad, acompañados de fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, malestar en la espalda y ganglios inflamados. Para controlar los casos infectados, la OMS declara emergencia sanitaria regional o internacional dependiendo de la cantidad de epidemias que se presenten.

El tratamiento se centra en el cuidado de las erupciones, el manejo del dolor y la prevención de complicaciones. La vacunación es una medida preventiva clave, aunque no es 100% efectiva, especialmente si se aplica dentro de los cuatro días posteriores a la exposición al virus. Se recomienda vacunar a personas de alto riesgo y adoptar medidas de higiene y prevención para evitar la propagación de la enfermedad.

La OMS ha activado el proceso de inclusión de las vacunas en la lista de uso en emergencias, lo que permitirá acelerar el acceso a las dosis para los países de bajos ingresos. Se espera que en los próximos días se libere un monto adicional para hacer frente a esta emergencia de salud pública a escala internacional.