76% de planteles de Quito, habilitados para volver a clases presenciales
Tras media hora de viaje en bus, Isis llegó a su institución educativa fiscal, a las 07:00 de este lunes 24 de enero del 2022. Lo primero que hizo fue quitarse una de las dos mascarillas que usaba y tirarla a la basura. Luego se lavó las manos y se dirigió a su salón de clases.
La estudiante de décimo año cuenta que durante las clases virtuales sus calificaciones bajaron, sobre todo en Matemáticas. “No entendía, en cambio aquí puedo preguntar”.
A su colegio, el Instituto Nacional Mejía, de Quito, asisten a clases presenciales 1 200 estudiantes de séptimo, décimo y tercero de bachillerato. El rector del plantel, Guillermo del Hierro, dice que el 90% de alumnos se encuentran inmunizados con dos dosis, al igual que el 100% de docentes.
En la capital se ha vacunado al 97% de maestros con dos dosis, asegura Enrique Pérez, subsecretario de Educación de Quito. El 92% de estudiantes de 5 a 11 años ha recibido una dosis contra el covid y el 85% tiene dos. En el caso de los alumnos de seis a 17 años, el 90% cuenta con su primera dosis y al 84% se le aplicó el esquema completo.
Pérez señala que, de 1 458 instituciones educativas de Quito, el 76% cuenta con un Plan Institucional de Continuidad Educativa (PICE) aprobado. Estas son las que podrían acogerse al retorno voluntario, que se reanudó este lunes por disposición del COE Nacional.
Municipios no pueden restringir asistencia, dice Viceministro
El viceministro de Gestión Educativa, Andrés Chiriboga, señaló que la Constitución determina que la autoridad educativa nacional es el Ministerio de Educación y que la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) también “es sumamente clara en cuál es el manejo de las competencias. La de los municipios, en materia de educación, corresponde al mantenimiento y la construcción de infraestructura y no a la prestación del servicio educativo, con excepción de aquellas instituciones que son de carácter municipal”.
Por ello, Chiriboga manifestó que el Ministerio ha determinado que las instituciones tienen que regresar. “Pueden estar abiertas si es que así lo deciden los padres de familia”. Las instituciones de sostenimiento fiscal que son regentadas por el Ministerio de Educación, dijo el funcionario, son su competencia “y el uso de suelo, que le corresponde al Municipio, no interfiere en este caso”.
Frente al anuncio de la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, de sancionar a los planteles que abran sus puertas, el Viceministro respondió que “eso no se puede realizar. Si es que se pretende multar a alguna institución educativa, nosotros defenderemos jurídicamente lo que corresponda”.
Los estudiantes anhelan retorno definitivo
Desde que arrancó el retorno progresivo a clases, Mateo ha visto con emoción cómo se reencuentran sus compañeros, aunque su regreso todavía no ha sido posible. Él no está en los grupos contemplados en el PICE de su colegio para la asistencia, pero como vicepresidente del Consejo Estudiantil, fue al primer día de presenciales , este lunes.
Por eso, el estudiante de segundo de bachillerato espera que no haya una nueva suspensión de clases para retornar a las aulas pronto. Aunque no le ha ido mal en la virtualidad, cuenta que extraña a sus compañeros. Además, le preocupa que los que no tienen Internet o dispositivos continúen “sin aprender”.
La misma esperanza tiene Anabel, de 13 años. Cuando estudiaba en casa, cuenta que el Internet se cortaba y no lograba entender lo que sus maestros le explicaban. Sentada en su pupitre, la alumna dice que estar ahí significa mucho para ella. “Sí me da miedo contagiarme, pero por eso uso mascarilla todo el tiempo y tengo mi alcohol“.
A escala nacional, más de un millón de estudiantes podrían volver a las aulas. Ellos pertenecen a más de 11 000 instituciones con PICE aprobado. En total, en el Ecuador hay 16 000 establecimientos educativos.
Docentes piden apoyo de padres
“Los estudiantes a veces no cumplen la tareas estando aquí (en presenciales), peor virtualmente. A veces se conectan a clases, pero no envían los trabajos. Es necesario tener más presión con ellos para que cumplan”, recomienda Manolo Córdova, docente de Matemáticas del Mejía.
Con él coincide su colega, Marco Andino. Por ello, piden a los padres de familia que, en la medida de lo posible, les ayuden, sobre todo con los alumnos que continúan en clases virtuales.
Tener estudiantes en ambas modalidades es problemático, dice Andino. “Mientras con unos avanzamos en un tema, los que están en virtual, o no se conectan o llegan pocos. Eso hace que se genere ese desfase en el conocimiento”.
En las aulas de planteles públicos como el Mejía no hay el soporte tecnológico para realizar clases híbridas. Por ello, los docentes hacen planificaciones de temas con proyección a dos semanas y se alternan para trabajar unos días con los alumnos que asisten al colegio y otros con los que se quedan en casa