11 245 becarios esperan acogerse a planes de pago
Al menos dos meses deberán esperan los 11 245 becarios del país para acogerse a los beneficios de la reforma del Código Ingenios, para liquidar las becas o reestructurar las deudas que mantienen con el Estado.
La Asamblea aprobó la normativa el 13 de enero y fijó 15 días de plazo para la publicación en el Registro Oficial y otros 45 para que la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) regule los procesos.
Ecuador abrió su programa de becas por mérito académico y créditos educativos en 2007.
Hasta 2016 se otorgaron 32 894 becas y 137 698 créditos educativos.
Las becas consistían en el financiamiento para estudios de cuarto nivel en universidades del país y del mundo. El límite de cobertura era USD 250 000. Todavía, 12 323 profesionales tienen abiertas sus liquidaciones, en especial por la pérdida de documentos (facturas, pases de abordar, informes y más) que, según los becarios, en su momento entregaron a la Senescyt.
Así lo confirma el guayaquileño Gabriel Astudillo, quien en 2010 se fue becado a Canadá, a estudiar un PhD en Ingeniería Eléctrica. Contó que seis años después, cuando regresó a Ecuador, presentó los documentos financieros del último semestre.
Recién en 2020 fue contactado por la Senescyt para la liquidación. Debía devolver USD 3 000 por el seguro de vida y otros gastos. “En su momento presenté todos los respaldos. Ahora dicen que no son válidos y que no aparecen”.
Según Karen Rodríguez, presidenta de la Asociación de Becarios del Ecuador (Abrec), esto ocurre por el cambio constante del personal en la Senescyt y la lentitud para dar respuesta a trámites.
Mencionó, por ejemplo, dos casos notificados con multas de USD 92 000 y 150 000, porque prolongaron su estadía otro año más para acogerse a becas post-PhD, ofrecidas por las mismas universidades extranjeras donde estudiaron.
Los profesionales habrían solicitado a la Senescyt el diferimiento respectivo para retornar y devengar el trabajo en el país. Pero dos años después, cuando ya estaban en el Ecuador, fueron notificados con las glosas por quedarse.
Es como si no estudiaron, aunque presentaron el título, les hacen devolver todo y no saben de dónde sacar ese dinero, explica Rodríguez. “Casi todos los becarios deben devolver dinero, lo cual hace que la beca termine siendo mitad ayuda y mitad préstamo”.
Hasta diciembre pasado, la Senescyt tenía 1 081 resoluciones de liquidación generadas, 153 convenios de pagos para devolver montos no justificados y 153 becarios en proceso de coactiva. No hay un estimado de monto de devolución.
Otro problema es la falta de empleo en el país; la mayoría de becarios no puede realizar la compensación. Son 4 279 becarios que culminaron su período de compensación y 4 074 están devengando.
De los últimos, 2 273 están en posible incumplimiento, pues no han reportado su obligación, dice la Senescyt. Además, registran 1 077 que aún no inician por encontrarse en estudios, en período de gracia o con diferimiento aprobado.
Por las complicaciones identificadas nació la lucha para que se reforme el Código Ingenios, explica Maité Galarza, vicepresidenta de Abrec. La normativa establece que -para los casos que no están cerrados- se pueden acoger a la simplificación de trámites.
La liquidación financiera se puede hacer solo con la presentación del título de la carrera financiada. Según la Asamblea, USD 64 millones corresponden a deudas por becas y créditos educativos. Para quienes están en mora hay una tabla de ampliación de plazos para facilidades de pago.
Uno de los temas que no se consiguió, dice Rodríguez, fue la remisión o perdón de las deudas en proceso de coactivas. “Hay muchos casos donde los garantes, por lo general familiares, vendieron algún bien para pagar los créditos”.
Mientras entre en vigencia la reforma, la Senescyt suspendió las sanciones e inhabilidades derivadas del inicio de la coactiva